El efecto halo | Definición y ejemplos
El efecto halo es un sesgo cognitivo que se produce cuando la impresión general positiva de una persona, producto o marca se basa en una única característica.
Si la primera impresión es positiva, los juicios posteriores se verán influidos por esa primera impresión.
El efecto halo llega a obstaculizar la capacidad de pensamiento crítico de las personas. Esto puede ser especialmente problemático en contextos de toma de decisiones, como entrevistas de trabajo y decisiones de compra.
¿Qué es el efecto halo?
El efecto halo es una forma de sesgo cognitivo, una heurística (o atajo mental) que lleva a las personas a hacer juicios precipitados. En otras palabras, el efecto halo hace que se considere solamente un aspecto de una persona o de un producto a la hora de formarse una opinión general.
Este tipo de juicios rápidos pueden ayudar a una persona a moverse por el mundo con mayor fluidez y a tomar decisiones más rápidamente, pero también la exponen a tomar decisiones equivocadas.
Cuando entra en juego el efecto halo, la evaluación general de una persona o de un aspecto de su personalidad influye en cómo se perciben otros aspectos no relacionados de su personalidad.
Por ejemplo, si se considera que una persona es atractiva, es más probable que se le atribuyan otras cualidades positivas, como inteligencia, amabilidad u honradez.
Es posible que una primera impresión positiva resulte engañosa. Por ejemplo, cuando alguien se entera de que su compañero de trabajo estudió en una universidad prestigiosa, podría llegar a pensar que tiene más aptitudes de las que realmente tiene.
Como otras formas de heurística, el efecto halo es inconsciente y no intencionado. Al nublar el juicio, el efecto halo puede ser una fuente de sesgo de investigación.
Efecto halo y efecto cuerno
Aunque el efecto halo se refiere a las evaluaciones positivas, se produce un efecto indirecto similar cuando una primera impresión negativa distorsiona la percepción.
El efecto cuerno es la tendencia de que una impresión negativa causada en un contexto influya en el juicio en otro contexto. Esto significa que las personas se centran solo en las cualidades negativas y excluyen las positivas.
Efecto halo: ejemplo
El efecto halo se utiliza a menudo como técnica de persuasión en marketing.
El efecto halo también puede explicar la fidelidad y la reputación de una marca.
Cómo minimizar el efecto halo
Aunque es imposible evitar por completo los sesgos cognitivos como el efecto halo, existen algunos consejos que permiten minimizar su impacto:
- Tener en cuenta que todo el mundo es propenso a pensar de forma sesgada. Es preciso recordar que las primeras impresiones no siempre son correctas y pueden llevar a las personas a juzgar mal a los demás.
- Ralentizar el proceso de pensamiento. Es más probable que se caiga en el efecto halo cuando el pensamiento emocional o intuitivo toma el control. Es preferible tener pruebas claras para las evaluaciones. Por ejemplo, en el contexto de las evaluaciones de rendimiento, los supervisores utilizan una lista de criterios y datos objetivos para asegurarse de que están evaluando a cada empleado de forma justa.
- Buscar la opinión de otras personas, especialmente de un “abogado del diablo”. Hablar con alguien que no tema discrepar y sea neutral en lo que respecta a la persona o el tema en cuestión. Comparar sus opiniones con las propias para ver si coinciden las mismas cualidades en una persona.
Preguntas frecuentes sobre el efecto halo
- ¿Cómo se aplica el efecto halo en marketing?
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El efecto halo en marketing significa que cualquier característica de un producto puede afectar a la manera en que perciben los clientes no solo sus otras características, sino el producto en su conjunto.
Por ejemplo, un diseño deficiente del envase puede hacer que los clientes piensen que el producto es de baja calidad, aunque no exista una relación directa entre estas características.
Del mismo modo, un envase atractivo puede hacer que los clientes vean un producto de forma más positiva, incluso cuando se trata de atributos que no están relacionados con su envase.
- ¿Cuáles son los tipos más comunes de sesgo cognitivo?
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El sesgo cognitivo es un término genérico utilizado para describir las distintas formas en que las creencias y experiencias propias influyen en el juicio y la toma de decisiones.
Algunos de los tipos más comunes de sesgos cognitivos son:
- El efecto halo
- El sesgo de anclaje
- El efecto de encuadre
- El sesgo del actor-observador
- La heurística de disponibilidad
- El sesgo de creencia
- El sesgo de confirmación
- El fenómeno Baader-Meinhof
- ¿Qué es el efecto cuerno?
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El efecto cuerno es lo contrario del efecto halo.
En el efecto cuerno, las primeras impresiones negativas en un contexto influyen en cualquier juicio posterior, aunque el contexto sea distinto.
Por ejemplo, cuando una persona conoce a alguien nuevo y esa persona está de mal humor ese día, puede llegar a la conclusión de que tiene mal carácter debido a esa primera impresión negativa.