Falacia ad hominem | Ejemplos y significado

La falacia ad hominem es el error de criticar injustamente a una persona para distraer la atención del argumento en cuestión.

Además de ser el nombre de una falacia lógica, el término ad hominem, que en latín significa “contra la persona”, también puede utilizarse para describir un insulto general.

La crítica personal no siempre constituye una falacia lógica. Una falacia ad hominem es embaucadora o falaz si la crítica dirigida contra un individuo es irrelevante y solo sirve para distraer del tema principal.

Falacia ad hominem: ejemplo
Interlocutor 1: Estoy en contra de la guerra porque tendrá consecuencias humanitarias desastrosas.

Interlocutor 2: Si tanto te preocupa la humanidad, ¿por qué nunca has mencionado la crisis de los refugiados rohinyá?

Como falacia informal, una falacia ad hominem hace que un argumento sea poco sólido.

Los ataques ad hominem suelen utilizarse deliberadamente para manipular, desviar y provocar.

También pueden utilizarse sin intención manipuladora, como resultado de un arrebato emocional o un razonamiento defectuoso.

Falacia ad hominem: definición

Las falacias ad hominem son falacias que se centran en críticas personales irrelevantes en lugar de en el argumento en cuestión, lo que obstaculiza los debates productivos. Estas falacias desvían la conversación del asunto original hacia ataques personales innecesarios.

Al basarse en la distracción, las falacias ad hominem son falacias de relevancia.

Incluso si las críticas dirigidas contra una persona son totalmente veraces, dirigir los ataques a un individuo (en vez de centrarse en el tema de la discusión) puede socavar su credibilidad y dar la impresión de que su posición es débil y no puede sostenerse por sus propios méritos.

Ante un ataque ad hominem, hay que tomar una decisión difícil. Ignorar la falacia ad hominem puede parecer una concesión de culpa y dañar la propia credibilidad. Sin embargo, responder a la crítica puede hacer que la conversación se desvíe de la temática central del debate.

¿Son falaces todas las formas de ad hominem?

No toda la retórica ad hominem es falaz. En algunos contextos de debate, las críticas veraces al carácter, las acciones o las afiliaciones de una persona pueden ser razonables.

Por ejemplo, tiene sentido hablar de los delitos y afiliaciones criminales de un político en una vista de destitución.

Ad hominem” también puede utilizarse para referirse a un insulto general. Insultar o criticar a una persona no es una falacia lógica, a menos que se utilice como distracción en una discusión.

En la sátira, los ataques “ad hominem” no suelen considerarse falacias lógicas en el sentido convencional. La sátira suele utilizarse para criticar indirectamente a través del humor, en lugar de pretender demostrar o refutar un argumento lógico.

Ad hominem no falaz: ejemplo
Existe una gran cantidad de memes popularizados sobre diversos políticos. Estos podrían calificarse de ataque ad hominem, ya que se suele hacer hincapié en el aspecto físico de dichos políticos, en vez de criticar sus acciones o propuestas.

Aunque es un ad hominem en el sentido amplio de ser un insulto, el meme no constituye una falacia lógica porque no forma parte de un argumento. En lugar de pretender probar o refutar un punto concreto del político o de sus ideas, el meme sirve como forma de disidencia simbólica.

Diferentes tipos de argumentos ad hominem

Los argumentos ad hominem se presentan de muchas formas, y algunos entran en varias categorías. Las variedades de argumentos ad hominem incluyen las siguientes opciones:

Envenenar el pozo como argumento ad hominem

Envenenar el pozo se refiere a un intento de descartar un argumento comentando alguna cuestión sobre la persona que lo presenta.

Envenenar el pozo como argumento ad hominem: ejemplo
Un candidato podría decir en un debate: “Mi oponente, que está financiado por compañías petroleras, por supuesto argumentará en contra de las iniciativas de energías renovables”.

Ad hominem circunstancial como argumento ad hominem

El ad hominem circunstancial consiste en criticar la supuesta parcialidad de un individuo basándose en circunstancias de la vida de la persona que pueden estar o no relacionadas.

Ad hominem circunstancial como argumento ad hominem: ejemplo
Un político casado con la directora general de una gran empresa podría ser visto como parcial a favor de esa corporación.

Tu quoque como argumento ad hominem

La locución latina tu quoque, que significa “tú también”, consiste en desacreditar un argumento tachando al orador de hipócrita e incoherente.

Tu quoque como argumento ad hominem: ejemplo
Un político que aboga por financiar el transporte público puede ser descalificado por quienes señalan que el político utiliza habitualmente jets privados para viajar.

Culpabilidad por asociación como argumento ad hominem

La culpabilidad por asociación se dirige a una persona por su supuesta asociación con un grupo o individuo.

Culpabilidad por asociación como argumento ad hominem: ejemplo
Alguien podría argumentar que un profesor que se formó en una universidad controvertida no es de fiar basándose únicamente en esa asociación.

Ad hominem abusivo como argumento ad hominem

El ad hominem abusivo consiste en insultar a una persona basándose en características personales irrelevantes, a menudo apelando a prejuicios sociales.

Ad hominem abusivo como argumento ad hominem: ejemplo
Una persona puede desacreditar la opinión de un director general diciendo que, como mujer, es “demasiado emocional” para ser líder.

Falacias ad hominem: ejemplos

Los ataques ad hominem son frecuentes en las redes sociales, donde se ridiculiza a la persona que argumenta en vez de ofrecer un contrapunto razonable.

Falacia ad hominem en la vida real: ejemplo
En una discusión política en internet, una persona ridiculiza la gramática de otra para rechazar un argumento bien razonado.

Esta táctica ad hominem permite a la gente sentir que ha ganado una discusión sin presentar ningún razonamiento o prueba.

También es fácil encontrar ejemplos de argumentos ad hominem en los medios de comunicación, sobre todo en los debates políticos.

Falacia ad hominem en los medios de comunicación: ejemplo
John F. Kennedy se enfrentó a importantes prejuicios durante su campaña presidencial debido a su fe católica y fue acusado de tener mayor lealtad al Papa que a Estados Unidos.

Los argumentos ad hominem contra Kennedy no se limitaron a un medio de comunicación o una persona en particular, sino que constituyeron un problema social más amplio.

Preguntas frecuentes sobre la falacia ad hominem

¿Cuáles serían ejemplos de falacia ad hominem?

La falacia ad hominem se caracteriza por atacar a la persona que sostiene el argumento, en lugar de refutar el propio argumento.

Ejemplos de falacias ad hominem son:

  • Atacar a la persona: “No deberías confiar en lo que dice José, siempre suele mentir”.
  • Atacar al carácter de la persona: “No podemos confiar en las sugerencias de Patricia sobre cómo arreglar este problema, ya se sabe que tiene problemas personales que afectan a su juicio”.
  • Atacar al físico de la persona: “Cuál es el motivo para escuchar a alguien tan feo como Pedro hablar sobre moda”.
  • Atacar a la edad: “No deberíamos hacer caso a las sugerencias de Jorge sobre tecnología; con esa edad no creo que sepa ni siquiera encender un teléfono”.
¿Es ad hominem una falacia lógica?

Ad hominem” es el nombre de una falacia lógica (falacia ad hominem), pero el término también puede referirse a un insulto general que no forma parte de un argumento lógico.

Un argumento ad hominem falaz desvía la atención del tema principal mediante ataques personales irrelevantes.

No todas las críticas personales son falacias ad hominem. En algunos contextos, las críticas al carácter de un individuo son relevantes para un argumento.

¿Qué ocurre en la técnica persuasiva ad hominem?

Ad hominem es una técnica persuasiva que intenta influir en la opinión del público, criticando las características personales de un individuo.

Cuando se utiliza para eludir el tema principal de un argumento, un ad hominem es una falacia lógica informal. El uso de un ataque ad hominem suele tener la intención de manipular. Puede ser un obstáculo para un debate productivo.

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Cristina García, PhD

Cristina es doctora en Lengua Española, licenciada en Filología Hispánica y en Lingüística. Ha trabajado en el ámbito de la corrección, las nuevas tecnologías y la docencia universitaria.