Tipos de sesgo en la investigación | Definición y ejemplos

El sesgo en la investigación es el resultado de cualquier desviación de la verdad, que provoca resultados distorsionados y conclusiones erróneas.

El sesgo puede producirse en cualquier fase de la investigación, incluida la recopilación de datos, el análisis de datos, la interpretación o la publicación.

El sesgo en la investigación puede darse tanto en la investigación cualitativa como en la cuantitativa.

Comprender el sesgo de investigación es importante por varias razones:

  • El sesgo existe en todas las investigaciones, en todos los diseños de investigación y resulta difícil de eliminar.
  • El sesgo puede producirse en cualquier fase del proceso de investigación.
  • El sesgo afecta a la validez y fiabilidad de los resultados, lo que lleva a una interpretación errónea de los datos.

Es casi imposible llevar a cabo un estudio sin algún grado de sesgo en la investigación. Es crucial que se sea consciente de los posibles tipos de sesgo, para que estos puedan ser minimizados.

Los sesgos más comunes son:

  • Los sesgos cognitivos
  • Los sesgos de información
  • El sesgo del entrevistador
  • El sesgo de publicación
  • El sesgo del investigador
  • Los sesgos de respuesta
  • Los sesgos de selección
Sesgo en la investigación: ejemplo
Una científica está investigando si un determinado programa de pérdida de peso tiene éxito en personas con diabetes. Si se centra exclusivamente en si los participantes completan el programa, puede sesgar su investigación.

Por ejemplo, la tasa de éxito del programa se verá probablemente afectada si los participantes empiezan a abandonarlo (desgaste). Los participantes que se desilusionan por no perder peso pueden abandonar, mientras que los que consiguen perder peso tienen más probabilidades de continuar. Esto, a su vez, puede sesgar las conclusiones hacia resultados más favorables.

Es importante tener en cuenta las diferencias entre las personas que permanecen en un estudio y las que lo abandonan para evitar sesgos.

Sesgo cognitivo

El sesgo cognitivo se refiere a un conjunto de errores de pensamiento predecibles (es decir, no aleatorios) que surgen de la limitada capacidad de los seres humanos para procesar la información de forma objetiva.

El juicio está influido por valores, recuerdos y otros rasgos personales. Estos crean “atajos mentales” que ayudan a procesar la información intuitivamente y a decidir más rápido. Sin embargo, los sesgos cognitivos también pueden hacer que se malinterpreten situaciones, información u otras personas.

Sesgo cognitivo: ejemplo
A la pregunta de si su equipo favorito ganará un partido, la mayoría de la gente se mostrará positiva. Sin embargo, menos personas afirmarán que habían pronosticado una victoria cuando se les pregunte de nuevo después de que su equipo haya perdido. Lo más probable es que la mayoría diga que sabía desde el principio que el equipo iba a perder.

Debido al sesgo cognitivo, la gente suele percibir los acontecimientos como más predecibles después de que sucedan.

Cuando ocurre algo, a menudo parece tan obvio que se debería haberlo visto venir, y eso puede distorsionar los propios recuerdos para que las predicciones anteriores se ajusten a esta creencia. En otras palabras, es muy común un pensamiento similar a “lo sabía desde el principio”.

Aunque no existe un acuerdo general sobre cuántos tipos de sesgo cognitivo existen, algunos tipos comunes son:

Sesgo de anclaje

El sesgo de anclaje es la tendencia de las personas a fijarse en el primer dato que reciben, especialmente cuando se trata de cifras. Este dato se convierte en un punto de referencia o ancla.

Por eso, las personas basan todas las decisiones posteriores en este anclaje. Por ejemplo, las ofertas iniciales influyen más en el resultado de las negociaciones que las posteriores.

Sesgo de anclaje: ejemplo
El sesgo de anclaje puede influir mucho en el valor estimado de un producto.

Si un vendedor de coches inicia las negociaciones en 12 000 dólares, es probable que se piense que se está haciendo un buen negocio cuando finalmente se acuerda con él bajar el precio a 10 500 dólares. Puede que el valor real del coche esté cerca de los 10 000 dólares, pero la primera cifra que se escucha influye en la estimación de su valor.

Efecto marco

El efecto marco, también llamado efecto encuadre, se refiere a la tendencia a decidir en función de cómo se nos presenta la información sobre la decisión.

En otras palabras, la respuesta depende de si la opción se presenta de forma negativa o positiva; por ejemplo, ganancia o pérdida, recompensa o castigo, etc.

Esto significa que la misma información puede ser más o menos atractiva en función de la redacción o de las características que se destaquen.

Efecto marco: ejemplo
El efecto de encuadre influye mucho en la aceptación de la información. Un procedimiento médico con un 90 % de probabilidades de supervivencia suena más atractivo que otro con un 10 % de probabilidades de mortalidad. Esto se debe a que la mayoría de la gente prefiere un resultado que se presenta de forma positiva en lugar de negativa, aunque se trate de la misma información o cuestión, simplemente presentada bajo una luz diferente.

Sesgo del actor-observador

El sesgo del actor-observador se produce cuando se atribuye el comportamiento de los demás a factores internos, como la habilidad o la personalidad, pero a la vez se atribuye el comportamiento propio a factores externos o situacionales.

En otras palabras, cuando se es el protagonista de una situación, es más probable que se relacionen los acontecimientos con factores externos, como el entorno o medioambiente.

Sin embargo, cuando se observa el comportamiento de los demás, es más probable que se asocie a la personalidad, naturaleza o temperamento propios.

Efecto actor-observador en la investigación: ejemplo
Una científica está investigando la agresividad al volante. Está entrevistando a personas sobre su comportamiento al volante, así como sobre el comportamiento de los demás.

Uno de los entrevistados recuerda una mañana en la que llovía a cántaros. Tenían prisa por dejar a sus hijos en el colegio para llegar a tiempo al trabajo. Mientras conducían por la autovía, otro coche les cortó el paso cuando intentaban incorporarse. Le cuentan lo frustrados que se sentían y exclaman que el otro conductor debía de ser una persona muy maleducada.

En otro momento, el mismo entrevistado recuerda que hicieron algo parecido: cortar el paso accidentalmente a otro conductor mientras intentaban tomar la salida correcta. Sin embargo, en esta ocasión, el entrevistado afirma que siempre conduce con mucho cuidado y achaca su error a la escasa visibilidad debido a la lluvia.

En esta entrevista influyó el sesgo actor-observador. El entrevistado atribuyó factores internos (mala educación) a los demás y factores externos (lluvia) a sí mismo mientras describía un comportamiento idéntico (conducir peligrosamente).

Heurística de disponibilidad

La heurística de disponibilidad (o sesgo de disponibilidad) describe la tendencia a evaluar un tema utilizando la información que se puede recordar rápidamente en la mente; es decir, que está al alcance.

Sin embargo, no se trata necesariamente de la mejor información, sino de la más vívida o reciente. Aun así, debido a este atajo mental, se tiende a pensar que lo que se puede recordar debe ser lo correcto y se ignora cualquier otra información.

Heurística de disponibilidad: ejemplo
Después de leer muchas noticias sobre ataques de tiburones, una persona empieza a pensar que estos ataques siempre ocurren. Cuando se va de vacaciones, duda de si bañarse en el mar, porque está convencido de que es arriesgado.

Sesgo de confirmación

El sesgo de confirmación es la tendencia a buscar información que apoye las creencias propias y rechazar cualquier información que las contradiga.

El sesgo de confirmación suele ser involuntario; pero, aun así, da lugar a resultados sesgados y a una mala toma de decisiones.

Sesgo de confirmación en la investigación: ejemplo
Un sociólogo investiga cómo afrontan las familias de militares la separación familiar a largo plazo en el extranjero.

Este sociólogo ha crecido con uno de sus padres en el ejército. Lo más probable es que tenga muchas emociones complejas en torno a los despliegues en el extranjero. Esto puede llevarle a hacer demasiado hincapié en los resultados que “demuestran” que su experiencia es la misma que la de la mayoría de las familias, dejando de lado otras explicaciones y experiencias.

Como investigador, es fundamental tomar decisiones basadas en pruebas a la hora de apoyar o rechazar una hipótesis y evitar actuar con un sesgo de confirmación hacia un resultado determinado.

Efecto halo

El efecto halo se refiere a situaciones en las que la impresión general sobre una persona, una marca o un producto está determinada por un único rasgo.

Ocurre, por ejemplo, cuando se hacen automáticamente suposiciones positivas sobre las personas basándose en algo positivo que se observa, mientras que en realidad se sabe poco sobre ellas.

Efecto halo: ejemplo
Cuando alguien conoce a una persona por primera vez, la información de que se dispone es limitada, por lo que utilizará cualquier dato disponible para evaluar su carácter.

En ese proceso, se centra, por ejemplo, en comportamientos observables, como el lenguaje corporal y las expresiones faciales. Puede darse cuenta de que parece simpático porque sonríe mucho y, a partir de ahí, suponer otras características positivas de esa persona, como que debe de ser amable o inteligente.

El fenómeno Baader-Meinhof

El fenómeno Baader-Meinhof (o ilusión de frecuencia) se produce cuando algo que se ha aprendido recientemente parece aparecer “en todas partes” poco después de haber llamado la atención por primera vez.

Sin embargo, no es así. Lo que ha aumentado es la conciencia de algo, como una nueva palabra o una vieja canción que no sabías que existía, no su frecuencia.

El fenómeno Baader-Meinhof: ejemplo
Poco después de oír la palabra “simulacro” en una clase de filosofía, una persona vuelve a encontrarla inmediatamente: como título de una obra teatral, un videojuego y un grupo de metal con el mismo nombre, en un breve periodo de tiempo. Empieza a pensar que se trata de una extraña coincidencia. Cuando el cerebro aprende algo nuevo e interesante, simplemente tiende a fijarse más en ello.

Sesgo de información

El sesgo de información, también denominado sesgo de medición, surge cuando las variables clave del estudio se miden o clasifican de forma inexacta.

El sesgo de información se produce durante la fase de recopilación de datos y es habitual en los estudios de investigación que implican autoinformes y recopilación retrospectiva de datos.

También puede ser el resultado de técnicas de entrevista deficientes o de distintos niveles de recuerdo de los participantes.

Los principales tipos de sesgo de información son:

Sesgo de información en la investigación: ejemplo
Un científico está investigando la correlación entre el uso de teléfonos inteligentes y los síntomas músculo-esqueléticos en estudiantes de secundaria.

Durante un periodo de cuatro semanas, pide a los estudiantes que lleven un diario en el que anoten el tiempo que pasan con sus teléfonos inteligentes y cualquier síntoma, como contracciones musculares, dolores o fatiga.

Al final del estudio, se comparan los autoinformes con los datos de uso registrados en sus teléfonos inteligentes. Se observa que, en el caso de un uso inferior a tres horas diarias, los autoinformes tienden a sobrestimar la duración de la utilización del smartphone. Por el contrario, para un uso de más de tres horas al día, los autoinformes tienden a subestimar la duración de la utilización del smartphone. Esto demuestra que el sesgo de información puede operar en más de una dirección dentro de un grupo de estudio.

Sesgo de recuerdo

El sesgo de recuerdo (o sesgo de memoria) es un tipo de sesgo de información. Se produce cuando se pide a los encuestados que recuerden acontecimientos del pasado y es habitual en los estudios que incluyen autoinformes.

Como regla general, los acontecimientos poco frecuentes (por ejemplo, la compra de una casa o un coche) se recordarán durante más tiempo que los acontecimientos rutinarios (por ejemplo, el uso diario del transporte público).

Se puede reducir el sesgo de recuerdo realizando una encuesta piloto y probando cuidadosamente los periodos de recuerdo. Si es posible, conviene probar periodos más cortos y más largos, comprobando las diferencias en el recuerdo.

Sesgo de memoria en la investigación: ejemplo
Una investigadora está efectuando un estudio de casos y controles en el que se examina la relación entre la dieta de los niños pequeños y el diagnóstico de cáncer infantil.

Examina dos grupos:

  • Un grupo de niños diagnosticados, denominado grupo de casos.
  • Un grupo de niños que no han sido diagnosticados, denominado grupo de control.

Dado que se pide a los padres que recuerden lo que sus hijos comieron en general durante un periodo de varios años, existe un alto potencial de sesgo de recuerdo en el grupo de casos.

La mejor forma de reducir el sesgo de recuerdo es asegurarse de que el grupo de control tenga niveles de sesgo de recuerdo similares a los del grupo de casos. Es posible que los padres de niños con cáncer infantil, que es un problema de salud grave, estén bastante preocupados por lo que puede haber contribuido al cáncer.

Por lo tanto, si los investigadores les preguntan, es probable que estos padres piensen mucho sobre lo que su hijo comió o dejó de comer en sus primeros años de vida. También es probable que los padres de niños con otros problemas de salud graves (aparte del cáncer) estén bastante preocupados por cualquier cuestión relacionada con la dieta que les planteen los investigadores.

Por lo tanto, cabe esperar que estos padres recuerden la dieta de sus hijos de una forma más comparable a la de los padres de niños con cáncer. Por el contrario, es menos probable que los padres de niños que no tienen problemas de salud o los padres de niños con problemas de salud leves se preocupen por recordar cuidadosamente los hábitos alimentarios de sus hijos.

Sesgo del observador

El sesgo del observador es la tendencia de los participantes en una investigación a ver lo que esperan o quieren ver, en lugar de lo que ocurre en realidad.

El sesgo del observador puede afectar a los resultados de los estudios observacionales y experimentales, en los que el juicio subjetivo (como la evaluación de una imagen médica) o la medición (como el redondeo hacia arriba o hacia abajo en las lecturas de la tensión arterial) forman parte del proceso de recogida de datos.

El sesgo del observador lleva a sobrestimar o subestimar los valores reales, lo que a su vez compromete la validez de los resultados.

El sesgo del observador puede reducirse utilizando métodos de investigación de doble ciego y simple ciego.

Sesgo del observador en la investigación: ejemplo
Dos científicos están investigando el comportamiento comunicativo en un hospital. Están observando a ocho médicos y dos enfermeros para averiguar si prefieren los mecanismos de comunicación con interrupciones (como las conversaciones cara a cara o las llamadas telefónicas) a los métodos con menos interrupciones (como el correo electrónico). Los investigadores siguen a los diez miembros del personal durante un mes. Cada vez que observan a alguien haciendo una llamada, dirigiéndose a un colega para preguntarle algo, etc., toman nota.

Basándose en las conversaciones mantenidas con otros investigadores antes de comenzar sus observaciones, uno de los científicos se inclina a pensar que el personal médico tiende simplemente a llamarse entre sí cuando necesita datos concretos de un paciente o tiene preguntas sobre los tratamientos.

Al final del periodo de observación, los dos investigadores comparan sus notas. La conclusión del primero de ellos es que el personal médico tiende a preferir las llamadas telefónicas cuando busca información, mientras el segundo anota que el personal médico confía sobre todo en las conversaciones cara a cara.

Al ver que sus expectativas pueden haber influido en sus observaciones, ambos profesionales deciden efectuar entrevistas semiestructuradas al personal médico para aclarar los hechos percibidos.

Nota: El sesgo del observador y el sesgo del actor-observador
El sesgo del observador y el sesgo del actor-observador no son exactamente lo mismo.

El sesgo del observador se debe a las opiniones y expectativas del observador, que influyen en la recogida y el registro de datos, mientras que el sesgo del actor-observador tiene que ver con el modo en que se interpreta el mismo comportamiento de forma diferente según lo esté realizando un grupo u otro de personas.

Sesgo de rendimiento

El sesgo de rendimiento es una atención desigual entre los grupos de estudio. El sesgo de rendimiento se produce principalmente en experimentos de investigación médica, si los participantes tienen conocimiento de la intervención, terapia o ensayo farmacológico previsto antes de que comience.

Los estudios sobre nutrición, resultados del ejercicio o intervenciones quirúrgicas son muy susceptibles a este tipo de sesgo.

Se puede minimizar utilizando el cegamiento, que impide que los participantes o investigadores sepan quién está en los grupos de control o de tratamiento. Si el cegamiento no es posible, lo mejor es utilizar resultados objetivos (como datos de ingresos hospitalarios).

Cuando los sujetos de un estudio experimental cambian o mejoran su comportamiento porque son conscientes de que están siendo estudiados, esto se denomina efecto Hawthorne (o efecto observador).

Del mismo modo, el efecto John Henry se produce cuando los miembros de un grupo de control son conscientes de que están siendo comparados con el grupo experimental. Esto hace que alteren su comportamiento en un esfuerzo por compensar su desventaja percibida.

Sesgo de rendimiento en la investigación: ejemplo
Se está investigando si una dieta rica en proteínas puede ayudar a perder peso. Al grupo experimental se le proporciona un plan de comidas rico en proteínas, mientras que el grupo de control sigue su dieta habitual. El grupo de control no sabe que el estudio trata sobre la relación entre las proteínas y la pérdida de peso, pero puede adivinar fácilmente que se trata de nutrición.

Si los participantes lo saben de antemano, pueden cambiar potencialmente su comportamiento, por ejemplo, aumentando su ingesta de proteínas o intentando comer de forma más saludable de lo que lo hacen normalmente.

Regresión a la media (RTM)

La regresión a la media (RTM) es un fenómeno estadístico que se refiere al hecho de que una variable que muestra un valor extremo en su primera medición tenderá a estar más cerca del centro de su distribución en una segunda medición.

La investigación médica es especialmente sensible a la RTM. En este caso, las intervenciones dirigidas a un grupo o una característica muy diferente de la media (por ejemplo, personas con hipertensión arterial) parecerán tener éxito debido a la regresión a la media.

Esto puede llevar a los investigadores a malinterpretar los resultados, describiendo una intervención específica como causal, cuando el cambio en los grupos extremos se habría producido de todos modos.

Regresión a la media (RTM): ejemplo
Una científica está investigando una nueva intervención para personas con depresión.

En general, entre las personas con depresión se ha observado que ciertas características físicas y mentales se desvían de la media de la población.

Esto podría llevarle a pensar que la intervención fue eficaz cuando las personas tratadas mostraron una mejora en los indicadores medidos tras el tratamiento, como la reducción de la gravedad de los episodios depresivos.

Sin embargo, dado que tales características se desvían más de la media poblacional en personas con depresión que en personas sin depresión, esta mejoría podría atribuirse al RTM.

Para diferenciar entre el RTM y la verdadera mejoría, esta científica considera la posibilidad de introducir un grupo de control, como un grupo no tratado de individuos similares o un grupo de individuos similares en un tratamiento alternativo.

Sesgo del entrevistador

El sesgo del entrevistador procede de la persona que lleva a cabo el estudio de investigación.

Puede deberse a la forma en que formula las preguntas o reacciona a las respuestas, pero también a cualquier aspecto de su identidad, como su sexo, etnia, clase social o atractivo percibido.

El sesgo del entrevistador distorsiona las respuestas, especialmente cuando sus características se relacionan de algún modo con el tema de la investigación.

El sesgo del entrevistador también puede afectar a la capacidad del entrevistador para establecer una buena relación con los entrevistados, haciendo que se sientan menos cómodos dando sus opiniones sinceras sobre temas delicados o personales.

Sesgo del entrevistador en la investigación: ejemplo
Se está entrevistando a unas personas sobre cómo pasan su tiempo libre en casa.

Participante 1: “Me gusta resolver rompecabezas, o a veces hacer algo de jardinería”.

Investigador: “¡A mí también me encanta la jardinería!”.

En este caso, la reacción entusiasta del entrevistador podría llevar al participante a hablar más sobre jardinería.

Establecer un clima de confianza entre los investigadores y sus entrevistados es crucial para que se sientan cómodos, abriéndose y revelando sus verdaderos pensamientos y sentimientos. Al mismo tiempo, ser demasiado empático puede influir en las respuestas de los entrevistados, como se ha visto anteriormente.

Lo mejor sería utilizar respuestas neutras que muestren que se está prestando atención y participando en la conversación. Algunos ejemplos podrían ser “Gracias por compartirlo” o

“¿Puede contarme más sobre eso?”.

Sesgo de publicación

El sesgo de publicación se produce cuando la decisión de publicar los resultados de una investigación se basa en su naturaleza o en la dirección de sus resultados.

Los estudios que presentan resultados que se perciben como positivos, estadísticamente significativos o favorables a las hipótesis del estudio tienen más probabilidades de ser publicados debido al sesgo de publicación.

El sesgo de publicación está relacionado con el dragado de datos (también llamado p-hacking), en el que se ejecutan pruebas estadísticas sobre un conjunto de datos hasta que ocurre algo estadísticamente representativo.

Como las revistas académicas tienden a preferir la publicación de resultados estadísticamente significativos, esto puede presionar a los investigadores para que solo presenten resultados estadísticamente relevantes.

El p-hacking también puede implicar la exclusión de participantes o la interrupción de la recogida de datos, una vez que se alcanza un valor p de 0,05 (esto significa que la muestra es significativa).

Sin embargo, esto conduce a resultados falsos positivos y a una sobrerrepresentación de resultados positivos en la literatura académica publicada.

Sesgo de publicación en la investigación: ejemplo
Un investigador que está probando un fármaco contra el alzhéimer descubre que no hay diferencias estadísticamente significativas entre los pacientes de los grupos de control y de tratamiento. Temiendo que esto afecte a sus posibilidades de obtener financiación y ascender profesionalmente, decide no publicar sus resultados.

Sesgo del investigador

El sesgo del investigador se produce cuando las creencias o expectativas del investigador influyen en el diseño de la investigación o en el proceso de recogida de datos.

El sesgo del investigador puede ser deliberado (como afirmar que una intervención funcionó aunque no lo haya hecho) o inconsciente (como dejar que los sentimientos personales, los estereotipos o las suposiciones influyan en las preguntas de la investigación).

La forma inconsciente de sesgo del investigador se asocia con el efecto Pigmalión (o efecto Rosenthal), en el que las altas expectativas del investigador (por ejemplo, que los pacientes asignados a un grupo de tratamiento tendrán éxito) conducen a un mejor rendimiento y mejores resultados.

Nota: El sesgo del investigador y el sesgo del observador
Aunque el sesgo del investigador y el sesgo del observador pueden parecer similares, no son lo mismo.

El sesgo del observador afecta al modo en que se registran los comportamientos o se toman las medidas, a menudo en las fases de recopilación e interpretación de datos.

El sesgo del investigador es un término más amplio y puede influir en cualquier parte del diseño de la investigación.

El sesgo del investigador también se denomina a veces sesgo del experimentador, pero se aplica a todo tipo de proyectos de investigación, no únicamente a los diseños experimentales.

Sesgo del investigador: ejemplo
Una científica quiere estudiar los efectos del alcohol en los adultos jóvenes. Si ya está convencida de que el alcohol hace que los jóvenes se comporten de forma imprudente, esto puede influir en la forma de formular las preguntas de la encuesta.

En lugar de ser neutrales y sin prejuicios, corren el riesgo de reflejar sus ideas preconcebidas sobre el consumo de alcohol. Como resultado, la encuesta estará sesgada.

  • Buena pregunta: ¿Cuál es tu opinión sobre el consumo de alcohol entre tus iguales?
  • Mala pregunta: ¿Crees que está bien que los jóvenes beban tanto?

Sesgo de respuesta

El sesgo de respuesta es un término general utilizado para describir una serie de situaciones diferentes en las que los encuestados tienden a dar respuestas inexactas o falsas a preguntas de autoinforme, como las que se formulan en encuestas o entrevistas estructuradas.

Esto ocurre porque cuando se hace una pregunta a una persona (por ejemplo, durante una entrevista), esta integra múltiples fuentes de información para generar sus respuestas. Por ello, cualquier aspecto de un estudio de investigación puede sesgar potencialmente a un encuestado.

Algunos ejemplos son la formulación de las preguntas en las encuestas, cómo perciben los participantes al investigador, o el deseo del participante de complacer al investigador y dar respuestas socialmente deseables.

El sesgo de respuesta también se da en la investigación médica experimental. Cuando los resultados se basan en los informes de los pacientes, puede producirse un efecto placebo. En este caso, los pacientes informan de una mejoría a pesar de haber recibido un placebo, no un tratamiento médico activo.

Sesgo de respuesta: ejemplo
Un científico está investigando los factores asociados a las trampas entre estudiantes universitarios.

Mientras entrevista a un estudiante, le pregunta:

“¿Crees que está bien copiar en un examen?”.

Dado que copiar se considera generalmente algo malo, la palabra en sí tiene una carga negativa. En este caso, el estudiante puede sentir la necesidad de ocultar sus verdaderos sentimientos, conformándose con lo que se considera más aceptable socialmente: que hacer trampas no está bien.

Los tipos más comunes de sesgo de respuesta son:

Sesgo de aquiescencia

El sesgo de aquiescencia es la tendencia de los encuestados a estar de acuerdo con una afirmación cuando se enfrentan a opciones de respuesta binarias como “de acuerdo/en desacuerdo”, “sí/no” o “verdadero/falso”.

La aquiescencia se conoce a veces como “decir sí”.

Este tipo de sesgo se produce bien por la personalidad del participante (es decir, algunas personas son más propensas a estar de acuerdo con las afirmaciones que a estar en desacuerdo, independientemente de su contenido), o bien porque los participantes perciben al investigador como un experto y son más propensos a estar de acuerdo con las afirmaciones que se les presentan.

Sesgo del investigador: ejemplo
Una científica está investigando la introversión y la extroversión entre los estudiantes. Incluye la siguiente pregunta en su encuesta:

Pregunta: ¿Eres una persona sociable?

  • No

Las personas que tienden a estar de acuerdo con las afirmaciones que se les presentan corren el riesgo de seleccionar la primera opción, aunque no esté totalmente respaldada por sus experiencias vividas.

Para controlar la aquiescencia, esta científica considera la posibilidad de modificar el enunciado para animar a los encuestados a hacer una elección realmente basada en sus preferencias. He aquí un ejemplo:

Pregunta: ¿Qué preferiría?

  1. Una noche tranquila en casa
  2. Una noche con amigos

Características de la demanda

Las características de la demanda son indicios que podrían revelar a los participantes el programa de la investigación, con el riesgo de provocar un cambio en sus comportamientos o puntos de vista.

La mejor forma de evitar este tipo de sesgo es asegurarse de que los participantes no conozcan los objetivos de la investigación.

Características de la demanda: ejemplo
Un investigador estudia si una operación de columna puede reducir las quejas de dolor de espalda. El cirujano que llevó a cabo la operación entrevista a los pacientes seis semanas, tres meses y un año después de la operación, y evalúa sus niveles de dolor.

En todas las ocasiones, los pacientes declararon que su dolor era menor que antes de la operación. Aunque a primera vista esto parece sugerir que la operación produce menos dolor, hay una característica de demanda en juego. Durante las entrevistas, el investigador fruncía el ceño inconscientemente cada vez que los pacientes decían tener más dolor posoperatorio. Esto aumentaba el riesgo de que los pacientes dedujeran que el investigador esperaba que la operación tuviera un efecto ventajoso.

Al percibirlo, los pacientes restaban importancia a sus quejas para complacer al investigador. El ceño fruncido del investigador sirvió como indicio (características de la demanda) que ayudó a los participantes a deducir que el objetivo de la investigación era disminuir el dolor.

Sesgo de deseabilidad social

El sesgo de deseabilidad social es la tendencia de los participantes a dar respuestas que creen que serán vistas con buenos ojos por el investigador u otros participantes.

Suele afectar a los estudios que se centran en temas delicados, como el consumo de alcohol o el comportamiento sexual.

Sesgo de deseabilidad social: ejemplo
Una investigadora está diseñando un programa de bienestar para los empleados de una empresa tecnológica de nueva creación. Quiere medir el interés de los trabajadores por las distintas actividades y componentes que podrían incluirse en este programa.

Está llevando a cabo entrevistas semiestructuradas cara a cara con varios empleados de distintos departamentos. Cuando se les pregunta si estarían interesados en un programa para dejar de fumar, se observa un entusiasmo generalizado por la idea.

Sin embargo, cuando abandona el edificio al final del día, se encuentra con algunos miembros del grupo de entrevistados fumando fuera. Les escucha decir que no les gusta la idea del programa de deshabituación de tabaco, pero creen que no pueden decirlo porque fumar se considera un mal hábito en esta época.

Hay que tener en cuenta que, aunque la deseabilidad social y las características de la demanda puedan parecer similares, existe una diferencia clave entre ellas. La deseabilidad social consiste en ajustarse a las normas sociales, mientras que las características de la demanda giran en torno al propósito de la investigación.

Sesgo de cortesía

El sesgo de cortesía se deriva de la reticencia a dar una respuesta negativa para ser educado con la persona que hace la pregunta.

Las entrevistas a grupos pequeños en las que los participantes se relacionan de algún modo entre sí (por ejemplo, un estudiante, un profesor y un decano) son especialmente propensas a este tipo de sesgo.

Sesgo de cortesía: ejemplo
Un científico está investigando casos de comportamiento irrespetuoso hacia mujeres que dieron a luz en hospitales. Si pregunta a las mujeres sobre sus experiencias en o cerca del centro en el que recibieron atención, es posible que algunas eviten dar su opinión negativa.

Los prejuicios de cortesía, incluido el miedo a las repercusiones, pueden llevar a algunas mujeres a evitar compartir cualquier experiencia negativa. En este caso, lo mejor es llevar a cabo entrevistas para recoger las experiencias de falta de respeto de las mujeres en un entorno más neutral.

​​Sesgo en el orden de las preguntas

El sesgo del orden de las preguntas se produce cuando el orden en que se formulan las preguntas de la entrevista influye en la forma en que el encuestado las interpreta y evalúa. Esto ocurre especialmente cuando las preguntas anteriores proporcionan el contexto para las preguntas posteriores.

Al responder a las preguntas posteriores, los encuestados pueden orientar sus respuestas hacia las preguntas anteriores (lo que se denomina efecto halo), lo que puede provocar una distorsión sistemática de las respuestas.

Sesgo en el orden de las preguntas: ejemplo
Si se pregunta a un encuestado cómo de satisfecho está con su matrimonio, aumenta la probabilidad de que también tenga en cuenta su matrimonio al responder a la pregunta sobre su satisfacción con la vida en general.

En este caso, el encuestado puede minimizar el sesgo de orden de las preguntas formulando preguntas generales (satisfacción con la vida) antes de las específicas (matrimonio).

Respuesta extrema

La respuesta extrema es la tendencia de un encuestado a responder en el extremo, eligiendo la respuesta más baja o más alta disponible, aunque no sea su verdadera opinión.

La respuesta extrema es habitual en las encuestas que utilizan escalas Likert, y distorsiona las verdaderas actitudes y opiniones de las personas.

Nota: La escala Likert
La escala Likert es una herramienta muy utilizada en encuestas y cuestionarios. Se emplea para medir actitudes, opiniones o percepciones, y fue desarrollada por el psicólogo Rensis Likert en 1932.

La escala Likert consiste en una serie de afirmaciones o preguntas a las que los encuestados responden indicando su nivel de acuerdo o desacuerdo, a partir de una escala. Las opciones más comunes de esta escala son:

  • Totalmente de acuerdo
  • De acuerdo
  • Ni de acuerdo ni en desacuerdo
  • En desacuerdo
  • Totalmente en desacuerdo

La disposición hacia la encuesta puede ser una fuente de respuestas extremas, así como los componentes culturales.

Por ejemplo, las personas procedentes de culturas colectivistas tienden a mostrar respuestas extremas en términos de acuerdo, mientras que los encuestados indiferentes a las preguntas formuladas pueden mostrar respuestas extremas en términos de desacuerdo.

Respuesta extrema: ejemplo
Un investigador desea averiguar qué piensan los estudiantes de los servicios de asesoramiento en el campus mediante una encuesta en la que se utilizan escalas de Likert. Hay 40 preguntas, con respuestas potenciales que van de “totalmente de acuerdo” a “totalmente en desacuerdo”.

En su estudio piloto, observa que varios encuestados solo seleccionan las opciones extremas para cada pregunta. Para evitarlo, decide acortar el cuestionario y diversificar las preguntas. En lugar de utilizar únicamente escalas Likert, añade también algunas preguntas abiertas y de opción múltiple.

Sesgo de selección

El sesgo de selección es un término general que describe situaciones en las que se introduce un sesgo en la investigación a partir de factores que afectan a la población de estudio.

Los tipos más comunes de sesgo de selección son

Sesgo de selección: ejemplo
Una científica está investigando la salud física autopercibida de las personas mayores de su ciudad. Va a una piscina pública y entrevista a las personas mayores a la salida.

Si únicamente recoge datos de las personas mayores que se encuentran en la piscina, se producirá un sesgo de selección en los datos. En este caso, está excluyendo a las personas mayores que no quieren o no pueden mantener un estilo de vida activo.

Sesgo de muestreo o de constatación

El sesgo de muestreo se produce cuando la muestra (los individuos, grupos o datos obtenidos para la investigación) se selecciona de un modo que no es representativo de la población analizada.

El sesgo de muestreo amenaza la validez externa de las conclusiones e influye en la generalización de los resultados.

La forma más sencilla de evitar el sesgo de muestreo es utilizar un método de muestreo probabilístico. De este modo, cada miembro de la población estudiada tiene las mismas posibilidades de ser incluido en la muestra.

En el ámbito médico, el sesgo de muestreo suele denominarse sesgo de comprobación.

Sesgo de muestreo: ejemplo
Un científico está investigando la probabilidad de que se produzcan cardiopatías en su zona. Decide recopilar los datos entrevistando a las personas que entran y salen de un centro comercial local.

Este método de recogida no incluye a las personas postradas en cama o muy enfermas del corazón. Como es más probable que muchas de ellas estén recluidas en sus casas o en un hospital, y no paseando por un centro comercial, su muestra está sesgada.

Sesgo de desgaste

El sesgo de desgaste se produce cuando los participantes que abandonan un estudio difieren sistemáticamente de los que permanecen en él.

También conocido como sesgo de deserción, es especialmente problemático en los ensayos controlados aleatorizados de investigación médica, ya que los participantes a los que no les gusta la experiencia o tienen efectos secundarios no deseados pueden abandonar y afectar a los resultados.

Se puede minimizar el sesgo de desgaste ofreciendo incentivos a los participantes para que completen el estudio (por ejemplo, una tarjeta regalo si asisten a todas las sesiones). También es una buena práctica reclutar a más participantes de los necesarios o reducir al mínimo el número de sesiones o preguntas de seguimiento.

Sesgo de desgaste en la investigación: ejemplo
Utilizando un diseño longitudinal, una investigadora explora si un programa de entrenamiento en gestión del estrés puede ayudar a los estudiantes con ansiedad a regular sus niveles de estrés durante los exámenes.

Proporciona a un grupo de tratamiento sesiones semanales de una hora durante un periodo de dos meses, mientras que un grupo de control asiste a sesiones sobre un tema no relacionado. Realiza cinco oleadas de recogida de datos para comparar los resultados: una encuesta previa a la prueba, tres encuestas durante el programa y una encuesta posterior a la prueba.

Durante el estudio, se da cuenta de que varios participantes abandonan el programa y no asisten a las sesiones de formación ni completan las encuestas de seguimiento.

Comprueba los datos de la encuesta inicial para comparar a los que abandonan con los que se quedan, y descubre que los participantes que abandonaron informaron de niveles de ansiedad significativamente más altos que los que se quedaron. Esto significa que su estudio tiene un sesgo de deserción.

Sesgo de autoselección o del voluntario

El sesgo de autoselección (también llamado sesgo del voluntario) se produce cuando las personas que se ofrecen voluntarias para un estudio tienen características particulares que importan para los fines del estudio.

El sesgo del voluntario da lugar a datos sesgados, ya que los encuestados que deciden participar no representan a toda la población objetivo.

Se puede evitar este tipo de sesgo utilizando la asignación aleatoria; es decir, colocando a los participantes en un grupo de control o en un grupo de tratamiento después de que se hayan ofrecido voluntariamente a participar en el estudio.

Estrechamente relacionado con el sesgo de autoselección está el sesgo de falta de respuesta, que se produce cuando un sujeto de investigación rechaza participar en un estudio concreto o lo abandona antes de su finalización.

Sesgo de autoselección: ejemplo
Un investigador quiere estudiar si el consumo de pescado puede reducir el riesgo de deterioro cognitivo en las personas mayores. Para reclutar voluntarios, se colocan carteles en los alrededores del hospital donde se realizará el experimento.

Teniendo en cuenta que el hospital está situado en una zona acomodada de la ciudad, es más probable que los voluntarios tengan una posición socioeconómica más alta, una educación superior y una mejor nutrición que la población general.

Esto significa que el sesgo de los voluntarios puede afectar a sus conclusiones, ya que los participantes diferirán significativamente de los no participantes en aspectos relacionados con los objetivos del estudio (es decir, la relación entre la nutrición y el deterioro cognitivo).

Sesgo de supervivencia

El sesgo de supervivencia se produce cuando no se evalúa el conjunto de datos en su totalidad: por ejemplo, se analizan únicamente los pacientes que sobrevivieron a un ensayo clínico.

Esto aumenta considerablemente la probabilidad de extraer conclusiones incorrectas, al basarse en quienes han superado algún tipo de proceso de selección, centrarse en los “supervivientes” y olvidarse a los que pasaron por un proceso similar y no sobrevivieron.

Hay que tener en cuenta que “supervivencia” no siempre significa que los participantes hayan muerto. Más bien significa que los participantes no completaron con éxito la intervención.

Sesgo de supervivencia en la investigación: ejemplo
Un científico está investigando qué factores contribuyen al éxito de una carrera como empresario. Al examinar los currículos de empresarios conocidos, observa que la mayoría de ellos abandonaron la universidad. Esto podría hacerle pensar que tener una buena idea y dejar la universidad para perseguirla es todo lo que se necesita para poner en marcha su carrera.

Sin embargo, la mayoría de los que abandonan la universidad no se hacen multimillonarios. De hecho, hay muchos más aspirantes a empresarios que abandonaron la universidad para crear empresas y fracasaron, que los que tuvieron éxito.

Cuando una investigación se centra en las personas que abandonaron los estudios y tuvieron éxito, ignorando al grupo mucho mayor de los que no lo hicieron, se está sucumbiendo al sesgo de supervivencia. Esto significa que un subgrupo visible de “éxito” se confunde con un grupo entero debido a que el subgrupo de “fracaso” no es visible.

Sesgo de falta de respuesta

El sesgo de falta de respuesta se produce cuando las personas que no responden a una encuesta o proyecto de investigación difieren de las que sí lo hacen en aspectos críticos para los objetivos de la investigación.

Esto es muy común en la investigación con encuestas, cuando los participantes no pueden o no quieren participar debido a factores como la falta de las habilidades necesarias, la falta de tiempo, o la culpa o vergüenza relacionadas con el tema.

Se puede mitigar el sesgo de falta de respuesta ofreciendo la encuesta en diferentes formatos (por ejemplo, una encuesta en línea, pero también una versión en papel enviada por correo postal), garantizando la confidencialidad y enviando recordatorios para que completen la encuesta.

Sesgo de falta de respuesta en la investigación: ejemplo
Una científica está investigando la edad media de las personas de su ciudad que tienen teléfono fijo en casa. Intenta realizar una encuesta telefónica a 1 000 personas, seleccionadas al azar entre la población de residentes con teléfono fijo. Después de 1 000 intentos, dispone de 746 respuestas válidas, mientras que 254 personas nunca contestaron al teléfono. ¿Es representativa esta muestra?

Observa que las encuestas se realizaron en horario laboral, cuando es menos probable que los residentes en edad de trabajar estén en casa.

Si los encuestados en edad de trabajar están infrarrepresentados en la muestra, la media de las 746 respuestas válidas por edad será mayor que la media real de la población. En este caso, la diferencia entre la media sesgada y la verdadera, pero no observada, media de edad entre todos los propietarios de teléfonos fijos se debe al sesgo de falta de respuesta.

Sesgo de subcobertura

El sesgo de subcobertura se produce cuando solamente se toman muestras de un subconjunto de la población en la que se está interesado. Las encuestas en línea pueden ser especialmente susceptibles al sesgo de subcobertura.

A pesar de ser más rentables que otros métodos, pueden introducir un sesgo de subcobertura como resultado de la exclusión de personas que no utilizan internet.

Sesgo de subcobertura en la investigación: ejemplo
Una investigadora está realizando una encuesta web sobre la salud autodeclarada, centrada en los hábitos de fumar y beber en exceso. Sin embargo, el método de la encuesta implica la exclusión sistemática de los no internautas. La falta de cobertura no sería un problema si los usuarios de internet no difirieran de los que no lo son.

Sin embargo, sabe por estudios anteriores que la proporción de no usuarios de internet tiene una relación positiva con la edad y una relación negativa con el nivel educativo. Esto significa que corre el riesgo de excluir de la muestra a los encuestados de más edad y con menos estudios. Dado que las diferencias entre usuarios y no usuarios de internet pueden influir significativamente en las variables de estudio, no podrá extraer conclusiones válidas de su encuesta web.

Cómo evitar el sesgo en la investigación

Aunque es muy difícil de eliminar por completo, el sesgo en la investigación puede mitigarse mediante un diseño y una ejecución adecuados del estudio. He aquí algunos consejos para empezar.

  • Explicar claramente en la sección de metodología cómo el diseño de investigación ayudará a cumplir los objetivos de la investigación y por qué es el diseño de investigación más apropiado.
  • En los estudios cuantitativos, asegurarse de utilizar un muestreo probabilístico para seleccionar a los participantes. Si se realiza un experimento, asegurarse de utilizar la asignación aleatoria para asignar los grupos de control y tratamiento.
  • Tener en cuenta a los participantes que se retiran o se pierden durante el seguimiento del estudio. Si se retiran por un motivo concreto, los resultados podrían estar sesgados. Esto se aplica especialmente a los estudios a largo plazo o longitudinales.
  • Utilizar la triangulación para aumentar la validez y credibilidad de los resultados.
  • Formular las preguntas de la encuesta o entrevista en un tono neutro y sin prejuicios. Procurar que las preguntas no orienten a los participantes en una dirección concreta.
  • Considerar la posibilidad de utilizar un diario reflexivo. En él se pueden anotar los detalles de cada entrevista, prestando especial atención a cualquier influencia que se haya podido ejercer sobre los participantes. Pueden incluirse en el análisis final.

Preguntas frecuentes sobre el sesgo

¿Por qué es un problema el sesgo en la investigación?

El sesgo en la investigación es un sesgo que afecta a la validez y fiabilidad de los resultados de la investigación, lo que lleva a conclusiones falsas y a una interpretación errónea de la verdad.

Esto puede tener graves implicaciones en ámbitos como la investigación médica, donde, por ejemplo, puede evaluarse una nueva forma de tratamiento.

¿Cuál es la diferencia entre el sesgo del observador y el sesgo del actor-observador?

El sesgo del observador se produce cuando las suposiciones, opiniones o ideas preconcebidas del investigador influyen en lo que ve y registra en un estudio.

El sesgo del actor-observador se refiere a situaciones en las que los encuestados atribuyen factores internos (por ejemplo, mal carácter) para justificar el comportamiento de otros y factores externos (circunstancias difíciles) para justificar el mismo comportamiento en ellos mismos.

¿Cuál es la diferencia entre el sesgo de respuesta y el de falta de respuesta?

El sesgo de respuesta es un término general utilizado para describir una serie de condiciones o factores diferentes que inducen a los encuestados a dar respuestas inexactas o falsas durante las encuestas o entrevistas. Estos factores van desde la percepción de la posición social o la apariencia del entrevistador hasta la formulación de las preguntas en las encuestas.

El sesgo de falta de respuesta se produce cuando las personas que completan una encuesta son diferentes de las que no lo hacen, en aspectos relevantes para el tema de la investigación. La falta de respuesta puede deberse a que las personas no quieren o no pueden participar.

¿Te ha resultado útil este artículo?
Cristina García, PhD

Cristina es doctora en Lengua Española, licenciada en Filología Hispánica y en Lingüística. Ha trabajado en el ámbito de la corrección, las nuevas tecnologías y la docencia universitaria.