Profecía autocumplida | Qué es y ejemplos

Una profecía autocumplida es una creencia sobre un resultado futuro que contribuye a su propio cumplimiento.

Esto ocurre porque las expectativas inconscientes que se tienen pueden influir en las acciones y comportamientos y, en última instancia, hacer que la predicción inicial se haga realidad.

Profecía autocumplida: ejemplo
Una persona tiene que hacer una presentación importante y está convencida de que no le saldrá bien porque está nerviosa.

Durante la presentación, le tiembla la voz, tartamudea y no para de mirar las notas. Sin embargo, no le sorprende porque ya pensaba que le iría fatal.

Se trata de una profecía autocumplida en el trabajo: cuando se está convencido de un resultado negativo, se hace muy poco para evitar que ocurra. Precisamente, por eso, se convierte en realidad.

Las profecías autocumplidas pueden ser negativas o positivas e influir en resultados de contextos tan diversos como la educación, la sanidad o el trabajo.

¿Qué es una profecía autocumplida?

Una profecía autocumplida es un fenómeno psicológico por el que algo sucede porque se espera que suceda.

Las profecías autocumplidas se basan en una creencia o expectativa (correcta o incorrecta) que influye en las acciones, de tal manera que la creencia o expectativa original se convierte en realidad.

Esta influencia puede ser:

  • Negativa: por ejemplo, si alguien cree que una entrevista de trabajo le irá bien, es más probable que se prepare bien o que responda a las preguntas con confianza.
  • Positiva: por ejemplo, si una persona tiene la certeza de que va a suspender un examen, es posible que se prepare menos.

En ambos casos, las acciones pueden acarrear consecuencias que hagan que la realidad se ajuste a la creencia inicial.

Las profecías autocumplidas pueden afectar tanto a individuos como a grupos.

Esto último ocurre, por ejemplo, con los estereotipos.

Una noción negativa preconcebida sobre un grupo socialmente vulnerable, como los drogadictos o los inmigrantes, puede hacer que se trate a los miembros de ese grupo con dureza o indiferencia.

Esto, a su vez, hará que los integrantes de este colectivo reaccionen negativamente ante los demás, reforzando el estereotipo negativo inicial.

Tipos de profecías autocumplidas

Existen dos tipos de profecías autocumplidas:

Profecías autoimpuestas

Las profecías autoimpuestas se producen cuando las creencias que alguien tiene sobre uno mismo influyen en sus comportamientos y acciones.

Las creencias de una persona pueden ser negativas y limitantes o positivas y motivadoras.

Ejemplo de profecía autocumplida: el efecto placebo
Para evaluar la eficacia de nuevos medicamentos, los científicos suelen realizar ensayos clínicos en los que se incluye a los participantes, o bien en un grupo de control, o bien en un grupo de tratamiento, sin que ellos sepan a qué grupo pertenecen.

A los participantes del grupo de control se les administra un placebo (por ejemplo, una pastilla o inyección sin propiedades terapéuticas).

Posteriormente, los científicos comparan los resultados de los dos grupos para ver si son diferentes.

En muchos casos, los participantes que reciben el placebo manifiestan una mejoría.

Dado que el placebo es un tratamiento inactivo, los científicos atribuyen los efectos beneficiosos registrados (conocidos como efecto placebo) a la creencia de los participantes de que están siendo tratados.

Profecías impuestas por otros

Las profecías impuestas por otros se producen cuando las expectativas de los demás influyen en el comportamiento y las acciones de una persona.

Por ejemplo, un padre que ve a su hijo como “brillante” o “vago” también puede tratarlo en consecuencia.

Como resultado, el comportamiento del niño puede verse influido positiva o negativamente por las expectativas de sus padres.

Ejemplo de profecía autocumplida: el efecto Pigmalión
En el contexto de la educación, las profecías autocumplidas impuestas por otros son conocidas como el efecto Pigmalión.

En un estudio trascendental, los investigadores querían averiguar cómo influyen las expectativas de los profesores en el rendimiento de los alumnos.

Al principio de curso, tras realizar una prueba a los estudiantes, los investigadores comunicaron a los profesores que determinados alumnos mostraban un gran potencial y que se esperaba que destacaran si recibían la orientación adecuada.

Lo que no sabían los profesores es que estos alumnos “prometedores” habían sido seleccionados al azar.

Varios meses después, los investigadores volvieron a examinar a los niños. Descubrieron que los alumnos identificados como “prometedores” presentaban un mayor rendimiento escolar.

Como los profesores esperaban que estos alumnos destacaran, los trataban de forma diferente (por ejemplo, les dedicaban más tiempo y esfuerzo).

Esto, a su vez, no solo afectó a las capacidades de los estudiantes, sino también a la forma en la que se veían a sí mismos.

El efecto Pigmalión demuestra que las creencias que tiene una persona sobre los demás pueden llevarla a tratar a estos últimos de tal manera que se terminen convirtiendo en lo que se espera que sean.

¿Cómo funciona una profecía autocumplida?

Una profecía autocumplida es un proceso cíclico que consta de cuatro etapas:

  1. Una persona se forma una creencia o expectativa sobre un resultado futuro. Puede referirse a sí misma (por ejemplo, “voy a aprobar el examen”) o a los demás (por ejemplo, “no caigo bien a mis compañeros”).
  2. Esta creencia influye en la actitud de esta persona hacia la situación (por ejemplo, estudiar mucho para el examen) o en su comportamiento hacia otras personas (por ejemplo, evitar hablar con los compañeros). Sus expectativas pueden expresarse de forma verbal o no.
  3. Su actitud y sus acciones determinan cómo la ven los demás. Esto se refleja en su comportamiento hacia ella (por ejemplo, sus compañeros de trabajo también la evitan) o en el feedback que obtiene de la situación (por ejemplo, aprueba el examen).
  4. La creencia inicial se confirma, el comportamiento se refuerza y la profecía autocumplida se hace realidad.

Las profecías autocumplidas son un excelente ejemplo de cómo los pensamientos y creencias de uno pueden acarrear consecuencias que se esperaban o temían (aunque sea a nivel subconsciente).

Profecía autocumplida: ejemplo

Las profecías autocumplidas pueden afectar a las relaciones con los demás de forma inconsciente.

Ejemplo de profecía autocumplida en una relación
Una persona empieza a salir con alguien que no considera como “apto para una relación seria”. Debido a esta suposición, no se toma en serio la relación: no responde a los mensajes de su pareja y no se esfuerza por quedar con ella con frecuencia.

Su pareja interpreta este comportamiento como una falta de interés y la relación termina fracasando.

Cuando esto ocurre, la persona siente que se le ha dado la razón. Sin embargo, lo más probable es que su suposición inicial influyera en su comportamiento y acabara provocando el fin de la relación.

Preguntas frecuentes sobre la profecía autocumplida

¿Las profecías autocumplidas afectan a grupos?

Las profecías autocumplidas pueden afectar tanto a individuos como a grupos. 

En este sentido, guardan una estrecha relación con los estereotipos.

Cuando existe un preconcepto negativo sobre un grupo vulnerable, como, por ejemplo, los inmigrantes, los demás pueden tratarlos con dureza o indiferencia. 

Esta actitud puede provocar que los integrantes de este colectivo respondan también de forma negativa, lo que refuerza el preconcepto inicial.

¿Las profecías autocumplidas son siempre negativas?

Las profecías autocumplidas pueden ser negativas (si las creencias influyen negativamente en los comportamientos y sus consecuencias) o positivas (si las creencias influyen positivamente en las acciones y sus consecuencias).

Por ejemplo, si una persona tiene creencias negativas sobre cómo le va a salir una entrevista de trabajo, probablemente no la prepare tanto, vaya más nerviosa y, en consecuencia, cause una peor impresión.

Si, por el contrario, una persona tiene creencias positivas sobre sí misma y sobre cómo va a destacar en una entrevista de trabajo, la preparará más motivada, irá más tranquila y confiada y tendrá más posibilidades de superarla con éxito.

¿Qué tipos de profecías autocumplidas existen?

Existen dos tipos de profecías autocumplidas:

  • Profecías autoimpuestas
  • Profecías impuestas por otros

Las profecías autoimpuestas se producen cuando las creencias que una persona tiene sobre sí misma influyen en sus comportamientos y acciones. 

Las profecías impuestas por otros se producen cuando las expectativas de los demás influyen en el comportamiento y las acciones de uno mismo.

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María Suárez, MA

María es licenciada en Traducción. Tiene másteres en Enseñanza del Español como Lengua Extranjera y en Profesorado de Educación Secundaria. Está especializada en español como lengua extranjera.