Falacia del falso dilema | Ejemplos y definición

La falacia del falso dilema es una falacia que consiste en presentar un número limitado de opciones como si fueran las únicas disponibles.

Esto obliga a las personas a elegir entre dos extremos, a pesar de que existe un espectro de posibilidades intermedias.

La falacia del falso dilema es engañosa e impide un debate honesto.

Ejemplo de falacia del falso dilema
Si no apoyas esta nueva ley que da más poder a la policía es que quieres que la sociedad se sume en el caos.

En este ejemplo, apoyar la nueva ley o aceptar el caos se presentan como las únicas opciones disponibles, mientras que se ignora el término medio (es decir, se puede no querer que la sociedad caiga en el caos, pero también estar preocupado, por ejemplo, por los derechos humanos).

La falacia del falso dilema o disyunción es un tipo común de falacia. Suele aparecer en discursos y anuncios políticos, así como en conversaciones informales cotidianas.

La falacia del falso dilema también se denomina falsa dicotomía.

¿Qué es la falacia del falso dilema?

La falacia del falso dilema se produce cuando alguien tergiversa una cuestión al ofrecer solo dos opciones (cuando existen más) o presentar las opciones como mutuamente excluyentes (cuando no lo son).

El falso dilema es una falacia lógica informal. En otras palabras, la forma del argumento es lógica: es posible utilizar el formato “o lo uno o lo otro” para expresar un argumento veraz.

Lo que es problemático es el contenido de la premisa: en concreto, la suposición de que, de las opciones que se presentan, solo una debe ser cierta o puede elegirse.

En situaciones en las que existe más de una opción, esto es una simplificación excesiva: oculta el hecho de que varias proposiciones puedan ser verdaderas al mismo tiempo o de que otras posibilidades, que quedan ocultas, también puedan serlo.

¿Por qué se da la falacia del falso dilema?

La falacia del falso dilema suele producirse involuntariamente debido a nuestra inherente necesidad de simplificar el mundo que nos rodea.

El uso frecuente de afirmaciones del tipo “o lo uno o lo otro”, ya incorporadas al lenguaje cotidiano, refleja el deseo de limitar las opciones y de crear distinciones claras, incluso ante situaciones complejas o fluidas.

A veces, las personas presentan a los demás falsos dilemas de forma intencionada, sobre todo en las esferas política y social. Es una forma de manipular al público ofreciéndole un conjunto limitado de opciones y ocultándole otras alternativas.

Las opciones presentadas desvían la atención del público de las otras opciones y le empujan a tomar la decisión “correcta”.

El uso de un lenguaje divisivo, como “o estás con nosotros o estás contra nosotros”, es un ejemplo de cómo pueden utilizarse falsos dilemas al objeto de coaccionar a los oyentes para que acepten la postura del orador.

¿Por qué supone un problema la falacia del falso dilema?

A nivel individual, los falsos dilemas suelen surgir en nuestro proceso de razonamiento interno.

Esto se relaciona con el pensamiento en blanco y negro o la tendencia a pensar en absolutos (por ejemplo, pensar que o siempre se tiene la razón o se es el mayor fracasado del mundo).

Es un patrón de pensamiento que lleva a malinterpretar las situaciones e influye en las decisiones que se toman.

Cuando se utiliza como recurso retórico o figura retórica para persuadir a los demás, un falso dilema es muy engañoso porque distorsiona el tema en cuestión y da una impresión equivocada sobre las opciones disponibles.

De este modo, el falso dilema impide que las personas saquen sus propias conclusiones y las manipula para que acepten una postura, ya que la alternativa siempre se plantea de forma negativa.

Ejemplos de falacia del falso dilema

La falacia del falso dilema se utiliza a menudo como técnica de persuasión en publicidad para destacar que un producto o servicio específico es la única opción razonable.

Para entender cómo funciona la falacia del falso dilema en la publicidad conviene acudir directamente a un ejemplo.

En un esfuerzo por persuadir a los consumidores de que su empresa era la única opción para quienes buscaban empresas de mudanzas fiables, un anuncio de televisión de United Van Lines planteaba las siguientes preguntas:

Ejemplo de falacia del falso dilema en la publicidad
¿Le conviene United para su mudanza? Pregúntese qué quiere:

  1. a) ¿Una mudanza profesional sin contratiempos? o b) ¿Que le prendan fuego a sus pertenencias?
  2. a) ¿Expertos en tecnología que instalen su red doméstica? o b) ¿Mapaches que hagan estragos con sus aparatos electrónicos?
  3. a) ¿Contenedores portátiles para trasladarse usted mismo? o b) ¿Caos total?

Si ha respondido la a), llame a United.

Seguramente existan otras opciones aparte de United Van Lines y de los mapaches, pero el efecto cómico creado con la falacia del falso dilema transmite la idea deseada (que United es la mejor empresa de mudanzas).

No obstante, ocultar el término medio puede tener graves consecuencias, sobre todo en política, donde a menudo se obliga a la gente a elegir entre extremos.

Ejemplo de falacia del falso dilema en la política
La falacia del falso dilema se utiliza en los debates sobre política pública cuando el orador enmarca la cuestión de una manera que no deja margen para el desacuerdo con su punto de vista.

Por ejemplo, durante la pandemia de la COVID-19 se produjeron acalorados debates en Estados Unidos sobre la mejor manera de gestionar esta crisis sanitaria sin precedentes.

El uso del falso dilema orientó el discurso público en una dirección concreta al presentarlo como una elección “entre la pérdida de nuestro modo de vida… y la pérdida de la vida”, como dijo un congresista estadounidense.

Al presentar la elección en términos de “o lo uno o lo otro”, los políticos intentaron persuadir a los ciudadanos de que los cierres y las restricciones a las reuniones a gran escala eran inaceptables, a pesar de las pruebas de que habían reducido significativamente la transmisión del virus en Europa.

Preguntas frecuentes sobre la falacia del falso dilema

¿Cuáles son otras formas de referirse a la falacia del falso dilema?

La falacia del falso dilema también se denomina falsa dicotomía o falacia de la falsa disyunción.

¿Cómo funciona la falacia del falso dilema?

La falacia del falso dilema funciona de dos maneras:

  • Presentando solo dos opciones como si fueran las únicas disponibles.
  • Presentando dos opciones como mutuamente excluyentes (es decir, solo se puede elegir o ser cierta una opción cada vez).

En ambos casos, al utilizar la falacia del falso dilema, se ocultan opciones alternativas y no se permite valorar toda la gama de opciones. 

Esto suele lograrse mediante una construcción del tipo “o lo uno o lo otro” y un lenguaje polarizado y divisivo (“o eres amigo o enemigo”).

¿Cómo evitar la falacia del falso dilema?

La mejor manera de evitar la falacia del falso dilema es pararse a reflexionar sobre dos puntos:

  • ¿De verdad las opciones presentadas son las únicas disponibles? Puede que se haya omitido deliberadamente otra opción.
  • ¿Son las opciones mencionadas mutuamente excluyentes? Si todas las opciones disponibles pueden elegirse (o ser verdaderas) a la vez, esto demuestra que no son mutuamente excluyentes.
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María Correas, PhD

María ha sido profesora de español e inglés en la universidad y en empresa, combinando esa actividad con la traducción, la creación de contenidos, la revisión y la edición, a los que se dedica ahora.