Falacia naturalista | Ejemplos y definición
La falacia naturalista es el error de suponer que todo lo que se considera natural es también moralmente bueno.
Un argumento que comete esta falacia sostiene que las cosas son como deben ser sin proporcionar una justificación lógica.
Las falacias naturalistas siempre implican afirmaciones sobre ética o moralidad.
La falacia naturalista se encuentra a menudo en los debates sobre lo que es moralmente “bueno”, en ámbitos como la formulación de políticas, la filosofía y la religión.
¿Qué es la falacia naturalista?
La falacia naturalista es el error de pensar que si algo ocurre en la naturaleza, debe ser moralmente correcto.
Esta falacia está estrechamente relacionada con el problema del “ser y el deber ser” identificado por el filósofo David Hume, que pone de relieve la brecha lógica entre los enunciados descriptivos (lo que es) y los enunciados prescriptivos (lo que debería ser).
Se trata de una falacia lógica informal, lo que significa que el problema radica en el contenido o el contexto del argumento y no en su estructura. Los argumentos que cometen falacias informales se consideran poco sólidos, no inválidos.
La falacia naturalista guarda similitudes con otras falacias:
- Falacia de apelación a lo natural: supone que las cosas son intrínsecamente valiosas o buenas (por ejemplo, desde el punto de vista estético, sanitario o moral) si son “naturales”.
- Falacia moralista: infiere que si algo es moralmente deseable, debe ser cierto.
- Falacia de apelación a la tradición: afirmar que una idea o práctica es correcta porque se ha creído o realizado durante mucho tiempo.
La falacia naturalista es algo controvertida porque algunos filósofos sostienen que la naturaleza por sí sola puede proporcionar una base suficiente para determinar la moralidad.
Sin embargo, la opinión predominante entre los filósofos es que derivar principios morales directamente de hechos naturales sin justificación adicional debilita un argumento.
Ejemplos de falacia naturalista
Pueden encontrarse ejemplos de la falacia naturalista en los debates sobre qué acciones y creencias deben considerarse “buenas”, especialmente en ámbitos como la filosofía y las ciencias sociales.
Las falacias naturalistas también pueden encontrarse en el ámbito de la política y la religión cuando se utilizan observaciones del mundo natural como única base para una afirmación moral.
La falacia naturalista frente a la falacia de apelación a lo natural
La falacia naturalista y la falacia de apelación a lo natural comparten similitudes y pueden solaparse en algunos argumentos.
Ambas se centran en la superioridad de las cosas que se consideran naturales.
Sin embargo, existe una diferencia clave:
- Falacia naturalista: confunde las descripciones fácticas del mundo (lo que es) con las prescripciones morales (lo que debería ser), sugiriendo que los hechos sobre la naturaleza pueden informar directamente sobre los valores morales.
- Falacia de apelación a la naturaleza: afirma que lo natural es intrínsecamente bueno y lo antinatural intrínsecamente malo, y aplica este juicio a diversos ámbitos (no se limita a la moral).
En resumen, la falacia naturalista se centra en los juicios éticos, mientras que la falacia de apelación a lo natural abarca una gama más amplia de juicios que van más allá de la moralidad, incluidos los valores estéticos, los beneficios para la salud y el sentido práctico.
¿Por qué es un problema la falacia naturalista?
La falacia naturalista es problemática porque confunde lo que es natural con lo que es moralmente bueno o deseable.
Este razonamiento es erróneo por varias razones:
- Falta de fundamento lógico: el hecho de que algo sea natural no lo hace intrínsecamente bueno o correcto. Muchos fenómenos naturales pueden considerarse perjudiciales o indeseables.
- Simplificación excesiva de la moralidad: la moralidad es compleja y no puede determinarse únicamente observando lo que ocurre en la naturaleza.
- Ambigüedad en la definición de lo “natural”: el elemento de subjetividad en la determinación de lo que es “natural” complica su uso como criterio moral.
Preguntas frecuentes sobre la falacia naturalista
- ¿Cuál es la diferencia entre el problema del ser y el deber ser y la falacia naturalista?
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El problema del “ser y el deber ser” está relacionado con la falacia naturalista, pero hay una diferencia clave:
- El problema del “ser y el deber ser” es el salto injustificado de enunciados descriptivos (que describen lo que es) a enunciados prescriptivos (que describen lo que debería ser).
- La falacia naturalista es un caso específico del problema del “ser y el deber ser” en el que se utilizan descripciones de fenómenos naturales para prescribir moralidad.
- ¿Quién acuñó el término falacia naturalista?
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El término falacia naturalista fue acuñado por el filósofo analítico británico G. E. Moore en su obra Principia Ethica, de 1903.
Moore se oponía a definir cualidades morales como la bondad a partir de observaciones de la naturaleza.