Non sequitur | Significado y ejemplos
Las falacias non sequitur, también conocidas como falacias formales dentro de las falacias, ocurren cuando la estructura de un argumento deductivo contiene defectos.
Las premisas de los argumentos que incurren en falacias non sequitur no implican la conclusión de manera lógica, por lo que el argumento resulta inválido.
El término inválido o válido para designar el argumento es propio de las falacias formales.
Premisa: Algunos escritores son periodistas.
Conclusión: Por tanto, algunos poetas son licenciados en periodismo.
Este ejemplo ilustra un tipo de falacia non sequitur. No puede inferirse a partir de las premisas que la conclusión (que algunos poetas son licenciados en periodismo) sea verdad.
Por tanto, el argumento no cumple con los estándares del razonamiento deductivo, en el cual las premisas han de ser verdaderas para que la conclusión sea verdadera.
Todas las falacias formales pueden considerarse falacias non sequitur. No obstante, el término se utiliza en particular para aquellas falacias formales que no corresponden a ninguna otra categoría.
¿Qué es non sequitur?
El significado de non sequitur en latín es “no se sigue”. Es un término alternativo para referirse a la falacia lógica formal, es decir, a un error en el razonamiento deductivo que convierte un argumento en inválido.
Aunque cualquier falacia formal puede considerarse un non sequitur, el término se usa sobre todo para referirse a argumentos deductivos con defectos que no pueden clasificarse dentro de una subcategoría más específica.
Coloquialmente, aquellas afirmaciones que parecen no estar relacionadas con el tema que se está tratando también pueden denominarse non sequiturs (por ejemplo, en una conversación sobre hablar inglés, alguien cambia de repente el tema a cómo hacer pan).
En este contexto, se está usando el término non sequitur para describir un cambio de tema inesperado, no una falacia lógica. Por tanto, es mejor evitar ese uso informal del término en la escritura formal para no crear ambigüedad.
Los non sequitur en el ámbito del humor suponen un cambio brusco de tema para sorprender y entretener al público. Esta técnica también se emplea en la literatura con un efecto cómico y, a veces, para transmitir un significado más profundo.
En distintos géneros literarios, los non sequitur pueden usarse para expresar distintos temas o puntos de vista filosóficos o ejercer la crítica social.
Falacias non sequitur: definición
Un non sequitur, puesto que es una falacia formal, es falaz porque su conclusión no se extrae de forma lógica a partir de sus premisas.
En un argumento formal válido, si las premisas se consideran verdaderas, la conclusión también debe ser verdadera.
Sin embargo, en un non sequitur, es posible asumir que las premisas son verdaderas y, aun así, negar la conclusión sin entrar en contradicción.
El defecto radica en la estructura del argumento, que no sigue uno de los patrones aceptados de la argumentación formal.
Cuando un argumento formal se desvía de las estructuras lógicas establecidas, es falaz. Por tanto, las falacias formales son errores en el proceso de deducción lógica, no necesariamente en el contenido o en la verdad de las premisas en sí mismas.
Cómo identificar un non sequitur
Para identificar correctamente las falacias non sequitur, es útil tener ciertos conocimientos de lógica formal. Cuando se evalúa un argumento deductivo para determinar si es válido o inválido, hay que hacerse las siguientes preguntas:
- ¿Podrían las premisas ser ciertas y la conclusión falsa?
- Es la estructura del argumento consistente con las reglas de inferencia?
- Puede categorizarse el argumento de manera más específica?
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¿Podrían las premisas ser ciertas y la conclusión falsa?
Imagina una situación en que las premisas son ciertas pero la conclusión es falsa. Si es concebible esa situación, el argumento es inválido e incurre en un tipo de non sequitur o falacia formal.
¿Es la estructura del argumento consistente con las reglas de inferencia?
Evalúa si el argumento sigue las reglas de inferencia (es decir, una forma lógica reconocida, como el silogismo, el modus ponens o el modus tollens). En la lógica formal, la desviación de estas estructuras y sus reglas suele indicar que un argumento es inválido.
¿Puede categorizarse el argumento de manera más específica?
Determina si un argumento comete una falacia formal específica conocida, como afirmar el consecuente, negar el antecedente, o la falacia de término medio no distribuido. Si lo hace, nómbralo por ese término específico en vez del más general “non sequitur”.
Non sequitur: ejemplos
Las falacias non sequitur suelen ser más habituales en disciplinas académicas como la filosofía, la lógica formal y las matemáticas, en las que la argumentación formal es fundamental.
Es relativamente difícil encontrar ejemplos de falacias non sequitur en los medios, la política o las conversaciones cotidianas, porque son más propias de los argumentos formales y deductivos. No obstante, también pueden surgir en contextos como los alegatos y los debates.
Premisa: El arma del crimen tiene las huellas dactilares del acusado.
Conclusión: Por tanto, el acusado es el asesino.
Este argumento incurre en una falacia non sequitur porque, aunque las premisas sean verdaderas, no llevan a la conclusión de manera lógica.
Puede ser que el acusado tocara el arma en algún momento, pero que no matara a nadie.
Como ambas premisas podrían ser ciertas y, aun así, la conclusión podría ser falsa, el argumento tiene una estructura falaz.
El término non sequitur tiene un significado distinto en la literatura y en las artes escénicas, en las cuales, en vez de ser una falacia lógica, se refiere a un giro absurdo en el lenguaje o a una trama que invierte las expectativas.
Los non sequitur cómicos son afirmaciones inesperadas o ilógicas que hacen que el hilo de la conversación o la trama se desvíe de lo esperado y adquiera tintes sorprendentes y a menudo absurdos.
“Nunca olvido una cara, pero en esta ocasión voy a hacer una excepción”.
“El tiempo vuela como un pájaro, la fruta, como un plátano”.
“Una mañana disparé a un elefante en pijama. Ni idea de por qué el elefante iba en pijama”.
La estrategia humorística de Groucho Marx dependía en gran medida del humor non sequitur en forma de paraprosdokian, una figura retórica en que la parte final de una oración o frase resulta sorprendente o inesperada, jugando a subvertir la parte inicial del chiste.
Además de servir como recurso humorístico, los non sequitur pueden encontrarse en la literatura en forma de giros absurdos e inesperados del lenguaje o de la trama que añaden profundidad y complejidad a la narrativa.
Los non sequitur literarios desafían las expectativas del modo tradicional de contar historias e invitan a los lectores a buscar múltiples niveles de significado.
Los non sequitur suelen usarse en géneros como la novela, las obras de teatro y la poesía para explorar temas como el existencialismo, el nihilismo y lo absurdo, y para hacer crítica social.
—Bueno, hay que quitarlo de allí —dijo el Rey con gran decisión; y llamó a la Reina, que pasaba por allí en ese momento—: ¡Querida! Me gustaría que ordenases que quiten del medio a ese gato.
La Reina no tenía más que una manera de arreglar todos los problemas, grandes o pequeños.
—¡Que le corten la cabeza! —dijo sin siquiera darse vuelta para mirar.
En Alicia en el país de las maravillas, Lewis Carroll hace que la Reina de Corazones exclame “¡Que le corten la cabeza!” en contextos inesperados.
Este non sequitur es cómico y contribuye al humor extravagante del País de las Maravillas, a la vez que constituye una sátira de los dirigentes autoritarios.
Preguntas frecuentes sobre el non sequitur
- ¿Cuál es la diferencia entre la falacia post hoc y la falacia non sequitur?
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Tanto la falacia post hoc como la falacia non sequitur se refieren al concepto de “lo que viene después”.
No obstante, las falacias post hoc están relacionadas con una secuencia cronológica de eventos, mientras que las falacias non sequitur se refieren a la conexión lógica entre premisas.
- Las falacias post hoc son falacias lógicas informales en las que se asume que un acontecimiento ha sido causado por otro solamente porque le sigue en el tiempo.
- Las falacias non sequitur son falacias lógicas formales en las que la conclusión no se deriva de las premisas de forma lógica.
Para distinguir correctamente entre las dos falacias, evalúa si el enfoque del argumento es cronológico (post hoc) o lógico (non sequitur).
- ¿Cuál es un ejemplo de falacia non sequitur?
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No es fácil encontrar ejemplos en el día a día de falacias non sequitur, también conocidas como falacias formales, pues suelen darse en disciplinas formales como la lógica, las matemáticas y la física.
He aquí un ejemplo de falacia non sequitur:
Premisa: Todos los gatos son mamíferos.
Premisa: Un perro es un mamífero.
Conclusión: Por tanto, un perro es un gato.Más concretamente, este ejemplo pertenece a la subcategoría de la falacia del término medio no distribuido, en la que el término medio de las premisas no cubre todos los casos posibles, lo que lleva a una conclusión defectuosa.
- ¿Cómo identificar una falacia non sequitur?
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Cuando se evalúa un argumento deductivo para determinar si es válido o inválido, hay que hacerse las siguientes preguntas:
- ¿Podrían las premisas ser ciertas y la conclusión falsa?
En ese caso, puede ser una falacia del tipo falacia non sequitur. - ¿Es la estructura del argumento consistente con las reglas de inferencia?
Si no lo es, puede ser una falacia non sequitur. - ¿Puede categorizarse el argumento de manera más específica?
Si no se puede, puede categorizarse como non sequitur.
- ¿Podrían las premisas ser ciertas y la conclusión falsa?