¿Se escribe palíndromo o palindromo*?
Palíndromo es una palabra esdrújula.
Todas las palabras esdrújulas llevan tilde en la antepenúltima sílaba (la tercera empezando por el final).
Por tanto, escribir palindromo* es incorrecto.
Palíndromo es una palabra esdrújula.
Todas las palabras esdrújulas llevan tilde en la antepenúltima sílaba (la tercera empezando por el final).
Por tanto, escribir palindromo* es incorrecto.
Tabú y eufemismo son conceptos similares, pero que tienen una diferencia principal.
El tabú está relacionado con la prohibición o restricción social de un tema.
En cambio, el eufemismo está relacionado con la sustitución de ciertas palabras o expresiones por otras.
Esta sustitución de unas palabras por otras se lleva a cabo con el objetivo de suavizar el impacto de nuestras afirmaciones u opiniones.
Algunos ejemplos de eufemismos habituales en nuestro día a día son:
Podemos utilizar un eufemismo por diferentes motivos.
Algunas de las principales razones para usar un eufemismo son:
Las onomatopeyas son muy frecuentes en los anuncios publicitarios. Un ejemplo de onomatopeya textual en publicidad es el anuncio de patatas fritas de la marca “Pringles”.
Su conocido eslogan “cuando haces pop, ya no hay stop” es un ejemplo de onomatopeya. La palabra “pop” representa el sonido que emite el envase que contiene las patatas fritas al abrirse.
Otro ejemplo de onomatopeya es el de la marca de refrescos Schweppes. Su propio nombre ha sido creado mediante una onomatopeya que reproduce el sonido efervescente de la tónica cuando abrimos la botella que la contiene.
La diferencia fundamental entre una onomatopeya y una interjección es que la interjección es una clase gramatical de palabra como puede ser un sustantivo, un verbo, un adjetivo, etc.
Sin embargo, la onomatopeya no constituye una categoría gramatical en sí.
La interjección suele formar parte de enunciados exclamativos con los que se verbalizan sentimientos o se expresan emociones. En cambio, la onomatopeya es una palabra que se ha formado imitando el sonido de aquello que pretende designar.
La onomatopeya del silencio es la onomatopeya que utilizamos para pedir silencio.
La onomatopeya del silencio se escribe “shhh” y es frecuente en diálogos de textos literarios.
Este es un ejemplo de paradoja en la literatura:
Esta frase aparece en la obra Hamlet de Shakespeare (acto 3, escena 4).
En esta escena, Hamlet explica a su madre, Gertrudis, que está siendo muy duro, pero que su intención es lograr un resultado positivo en lugar de simplemente dañar a los demás.
Esta frase capta la lucha interior de Hamlet mientras navega por las luchas políticas y personales de la historia.
Una paradoja puede cumplir con varias funciones según el contexto en el que se utilice.
En general, una paradoja sirve para:
Una paradoja y un oxímoron son figuras retóricas que implican una contradicción. Sin embargo, existe una diferencia principal entre ellas.
Una paradoja es una afirmación o situación que parece lógicamente incoherente y, sin embargo, tiene sentido.
Un ejemplo de paradoja es:
Un oxímoron, en cambio, está compuesto por dos palabras que se contradicen en términos de significado, produciendo finalmente un nuevo significado.
Un ejemplo de oxímoron es:
La diferencia principal entre el símil o comparación y la metonimia es que el símil o comparación se elabora haciendo uso de nexos comparativos, es decir, de palabras que sirven para unir y comparar dos elementos.
Algunos de estos nexos comparativos son:
En cambio, la metonimia se forma mediante dos conceptos o términos sin necesidad de ningún nexo comparativo entre ellos.
A pesar de esta diferencia en su forma, tanto la comparación como la metonimia son figuras retóricas que se establecen gracias a una relación entre dos conceptos.
Aunque en la figura retórica de la comparación la relación entre los dos conceptos es de semejanza, en la metonimia la relación puede ser causal, de procedencia, de semejanza, etc.
La principal diferencia entre una metáfora y una metonimia es que la metáfora está compuesta por dos términos: un término real y otro imaginario (la imagen).
Sin embargo, aunque la metonimia se basa también en la relación entre dos términos, no necesita que los dos términos aparezcan en su formación.
Otra diferencia entre metonimia y metáfora es que la relación entre los dos términos que forman cada una de estas figuras retóricas es diferente.
En el caso de la metáfora, la relación entre los dos términos es de semejanza. Por ejemplo:
En este ejemplo, la metáfora se basa en la relación de semejanza entre un “cuchillo afilado” y unas “palabras crueles” y que hacen daño contra alguien.
En cambio, en el caso de la metonimia, la relación entre ambos términos es más concreta aún. Esta relación suele basarse en una relación de contenedor por el contenido, de la causa por el efecto, de la parte por el todo, etc. Por ejemplo:
En este ejemplo de metonimia, se utiliza “la Casa Blanca” en lugar del “presidente de los Estados Unidos”.
A pesar de estas diferencias, tanto la metonimia como la metáfora se basan en nombrar un concepto o término con el nombre de otro, cambiando el significado de este término.
Un ejemplo de personificación es la oración “El herrumbroso gozne gritaba cada vez que abrían la puerta”.
Aquí, se dice que el gozne “grita”, que es una acción humana asociada a la expresión de dolor o de estrés.
Esta personificación crea una imagen vívida y memorable que enfatiza el estado del gozne.
La personificación se usa por distintas razones. Al describir entidades no humanas en términos humanos, los escritores consiguen:
Lo contrario de asíndeton es polisíndeton. El polisíndeton consiste en el uso repetido y cercano de conjunciones como “y”, “o”, “pero”, etc., sobre todo cuando son innecesarias.
A diferencia del asíndeton, que omite las conjunciones, el polisíndeton añade conjunciones para dar efecto, p. ej., “Tomamos bocadillos y patatas fritas y fruta y galletas y un refresco durante el pícnic”.
El discurso inaugural del presidente John F. Kennedy (1961) contiene un ejemplo de asíndeton:
“… pagaremos cualquier precio, sobrellevaremos cualquier carga, afrontaremos cualquier dificultad, apoyaremos a cualquier amigo y nos opondremos a cualquier enemigo para garantizar la supervivencia y el triunfo de la libertad”.
La palabra cliché se escribe con acento sobre la “e”. Es una palabra aguda que termina en vocal.
Utilizar o no clichés depende de la intención y objetivo del texto.
Podría decirse que, por normal general, los clichés deberían evitarse. Al usarse se demuestra la falta de creatividad por parte del escritor, ya que los clichés han perdido su capacidad para impactar al público.
No obstante, en ocasiones puede preferirse simplificar el mensaje, que este no sea original, y buscar que se entienda lo mejor posible. En ese sentido, el uso de clichés puede ser beneficioso para que el público comprenda lo que se quiere decir.
Tanto la parodia como la sátira son técnicas literarias utilizadas para comentar y criticar diversos temas, pero tienen algunas diferencias:
La parodia es una imitación de un autor, una obra o un género concreto con fines cómicos. Exagera o resalta las características del original para burlarse de él manteniendo un tono desenfadado. Por ejemplo, la novela Orgullo y prejuicio y zombis es una parodia de la obra de Jane Austen.
La sátira, por su parte, se centra en comportamientos, instituciones o creencias. Los critica con humor para poner de relieve los defectos de la sociedad e inspirar el cambio. Los escritores satíricos pueden utilizar la parodia, la ironía o la exageración para transmitir su mensaje. Aunque la sátira puede ser divertida, a veces su tono puede ser oscuro y sombrío.
En resumen, la parodia es una forma de sátira que imita una obra concreta, mientras que la sátira es una técnica literaria más amplia que utiliza el humor y la ironía para criticar a la sociedad, sus instituciones y sus defectos.
Un ejemplo de sátira es el libro Las aventuras de Huckleberry Finn de Mark Twain. A lo largo de la historia, el protagonista, Huck, entra en conflicto moral con los valores establecidos de su época en relación con la esclavitud y el racismo. Como consecuencia, se siente culpable por hacer buenas acciones.
La novela satiriza la hipocresía de la sociedad del sur de Estados Unidos anterior a la Guerra de Secesión y muestra cómo las ideas de lo correcto y lo incorrecto estaban mezcladas.
Existen tres tipos de sátira. Los tres reciben su nombre a partir de poetas de la Antigüedad:
En resumen, la sátira horaciana sería la más suave y busca el humor; la sátira menipea ataca actitudes (y no personas) desde la combinación del humor y la seriedad, junto con el estilo burlón; y la sátira juvenil es la más agresiva al buscar la ira del público, con un mensaje sombrío y lleno de desprecio.
Una analogía está formada por dos elementos:
Por ejemplo, en “La vida es como una caja de bombones”, el dominio fuente es “una caja de bombones”, que es lo conocido y familiar, y el dominio objetivo es “la vida”, que es el elemento que se quiere aclarar.
La analogía se emplea en derecho para ampliar el alcance de una norma en casos que no están específicamente contemplados en ella como cuando no existen precedentes.
Por ejemplo, hace unos años todavía no había una regulación específica para el cigarrillo electrónico. Para determinar si se podría fumar un cigarrillo electrónico en los espacios libres de tabaco, un juez podía hacer una analogía entre el cigarrillo electrónico y el cigarrillo convencional para determinar su uso en espacios públicos.
La diferencia entre analogía, metáfora y símil está relacionada con la forma en la que se comparan los elementos.
La analogía utiliza la metáfora, pero la amplía para explicar mejor el dominio objetivo. Por ejemplo, una analogía de la metáfora anterior sería “El tiempo es oro. No hay mucho y tiene un gran valor”.
Tanto la sinécdoque como la metáfora son figuras retóricas, pero funcionan de manera diferente.
Mientras que la sinécdoque sustituye un todo por una de sus partes (por ejemplo, “cabezas” para referirse a “personas”), la metáfora establece una comparación entre dos cosas no relacionadas (por ejemplo, “es un libro abierto”).
En la sinécdoque, existe una relación literal entre el todo y la parte que sirve de sustituto. Con la metáfora, la relación entre las dos cosas que se comparan es menos directa.
Muchas veces, la metonimia y la sinécdoque se confunden. Eso es debido a que ambas son figuras literarias que actúan de la misma manera. Se basan en el procedimiento de sustituir una palabra por la otra.
La diferencia está en el tipo de sustituciones que realizan:
En la metonimia, se sustituye un concepto por un término conceptualmente relacionado, pero en la sinécdoque esta relación es más precisa.
En clasificaciones diversas, la sinécdoque se suele considerar un subtipo de metonimia. Sin embargo, no existe un consenso general.
Ejemplos de sinécdoque son:
La ironía se utiliza en literatura para crear una discrepancia entre lo que se espera que ocurra y lo que realmente ocurre. Esto, además de hacer la trama más atractiva, permite generar humor e invitar a la reflexión.
Se suele hablar de tres tipos de ironía:
Cuando varias palabras cercanas contienen la misma letra y producen el mismo sonido, hablamos de aliteración. Por ejemplo: Mis vecinos van de vacaciones.
Por el contrario, “vicepresidente canoso” no es un ejemplo de aliteración, puesto que la combinación de la “c” con la “e” (“ce”) y con la “a” (“ca”) producen distintos sonidos.
Tanto la aliteración como la rima implican repetir partes de una palabra. No obstante, las partes en concreto son distintas.
Mientras que la aliteración puede repetir el sonido inicial de una palabra o un sonido dentro de esta (p. ej., “el ala leve”), la rima solo repite el sonido final (p. ej., monda lironda”).
La aliteración y la repetición son recursos literarios similares, pues ambos se utilizan para crear ritmo o para enfatizar una idea. No obstante, no se deben confundir.
Las hipérboles se pueden crear de diferentes formas, como mediante el empleo de comparaciones como “Quisiera ser tan alto como la luna” o repeticiones como “Cada mañana se echa kilos y kilos de maquillaje”.
También se utilizan palabras relacionadas con la cantidad como “miles” o “kilos” y superlativos (“el más”, “el mejor”, etc.).
Por último, también se pueden crear hipérboles a partir de otras figuras retóricas como los símiles (“El bebé es tan blanco como la leche”) y las metáforas (“Eres un sol”).
La hipérbole se utiliza en literatura para llamar la atención sobre un elemento concreto.
La hipérbole permite añadir un toque de humor o dramatismo.
Por ejemplo, vemos un caso de hipérbole en el famoso soneto A una nariz de Francisco de Quevedo:
Érase un hombre a una nariz pegado,
Érase una nariz superlativa,
[…]
La hipérbole se emplea en publicidad para promocionar productos y crear eslóganes pegadizos.
Por ejemplo, en este eslógan de Coca Cola se utiliza la exageración: “Destapa la felicidad”.
El polisíndeton es un recurso literario que permite:
Las figuras retóricas asíndeton y polisíndeton son dos recursos opuestos que permiten crear efectos estilísticos, modificar el ritmo del texto y dar énfasis.
El polisíndeton es una figura retórica que se basa en el empleo excesivo de conjunciones, incluso cuando estas no son necesarias.
El asíndeton, en cambio, se basa en la omisión de las conjunciones donde son necesarios.
Por ejemplo: “Me siento cansado, frustrado, desmotivado, desesperanzado”.
Un ejemplo de polisíndeton se encuentra en el soneto de Francisco de Quevedo ¡Ah de la vida!:
Otro ejemplo de polisíndeton en literatura es el que aparece en Cantos de vida y esperanza, de Rubén Darío. El uso del polisíndeton permite desacelerar el ritmo expresivo a la vez que aporta fuerza a los versos.
Un ejemplo de pathos puede encontrarse en el discurso “Tengo un sueño” de Martin Luther King Jr. King emplea imágenes vívidas para retratar la segregación (por ejemplo, “cadenas de discriminación”) y apela a valores compartidos a lo largo de su discurso. Por ejemplo, relacionando la lucha por los derechos civiles con los principios fundacionales de Estados Unidos.
El pathos es importante en la comunicación persuasiva porque ayuda a los oradores y escritores a:
Tanto con la ironía como con el sarcasmo se dice lo contrario de lo que se piensa o de lo que se quiere expresar. Sin embargo, existen leves diferencias entre ambas figuras retóricas.
La principal diferencia entre la ironía y el sarcasmo es que el sarcasmo está más ligado a la crítica que la ironía.
Además, el sarcasmo se utiliza de manera más cruel o malintencionada con el objetivo de dañar o burlarse de alguien o algo.
Sin embargo, la ironía se utiliza de manera más neutra y menos directa y dañina que el sarcasmo.
El sarcasmo es una figura retórica que consiste en decir lo contrario de lo que se quiere expresar con el objetivo de burlarse, ridiculizar o criticar a algo o alguien.
—¡Qué poco maquillada vienes hoy! (Dicho a una mujer que lleva mucho maquillaje y de manera bastante evidente)
La persona que ha dicho esta frase piensa lo contrario de lo que ha dicho, es decir, piensa que la mujer se ha maquillado en exceso.
Por tanto, su intención con este comentario es ofenderla o criticar su exceso de maquillaje.
No existe una clasificación de las sinestesias única y universal.
Según los sentidos implicados en la sinestesia, existe esta división de las sinestesias:
La figura retórica de la sinestesia consiste en hacer corresponder entre sí sensaciones que pertenecen a diferentes sentidos.
Es decir, en la sinestesia se asocian impresiones sensoriales propias de un sentido con sensaciones propias de otro sentido. Por ejemplo:
Estaremos asociando la palabra “perfumes” con un color, el “verde”. Hacemos corresponder una sensación visual con una olfativa.
Algunos ejemplos de sinestesia han pasado a formar parte del habla común y se consideran “modismos”. Algunos ejemplos de sinestesia considerados modismos son:
Los modismos son “expresiones fijas de una lengua cuyo significado no se deduce de las palabras que la forman”.
Un ejemplo de modismo es:
Sí, la sinestesia es una figura retórica muy habitual en la poesía y en otros textos literarios.
En concreto, se popularizó a finales del siglo XIX cuando la utilizaron los poetas modernistas de entonces y pasó a formar parte del movimiento literario del Modernismo.
Ejemplos de sinestesia en el poema A Antonio Machado del autor Juan Ramón Jiménez:
La tarde huele a gloria.
Apolo inflama fraternales liras,
en un ocaso musical de oro,
como mariposas encendidas;
Los juegos de palabras, tales como la paranomasia, se utilizan con distintos propósitos dependiendo del contexto:
Un ejemplo de paranomasia es la oración “Dile hola a la ola, Olaf”, en que se utilizan palabras que suenan parecido, pero que tienen significados distintos para atraer la atención del lector.
La aliteración es un recurso literario que consiste en la repetición de un cierto sonido a lo largo de una frase, con independencia de dónde se sitúe dentro de cada palabra.
Por su parte, la paranomasia es una figura retórica que consiste en utilizar en proximidad palabras de sonido parecido, pero distinto significado, habitualmente cambiando una letra.
Ejemplos de recursos literarios son:
No, los recursos literarios no aparecen únicamente en los poemas.
Los recursos literarios son herramientas creativas que utilizan los escritores, tanto en poesía como en prosa, tanto en teatro como en ensayo. Las finalidades de su uso son múltiples: conseguir efectos sonoros, crear suspense, buscar ejemplos más visuales o sorprender al lector.
Es cierto que recursos literarios como la aliteración aparecerán con más frecuencia en la poesía.
Sin embargo, los recursos literarios no aparecen únicamente en la literatura. También son propios del lenguaje publicitario o, incluso, del habla cotidiana.
Los recursos literarios y las figuras retóricas están estrechamente relacionados, pero difieren en su finalidad y uso:
En resumen, los recursos literarios se utilizan para enriquecer una narración, mientras que las figuras retóricas se centran más en la persuasión y el atractivo emocional. Sin embargo, los recursos literarios y las figuras retóricas a veces se solapan (por ejemplo, la ironía).
Existen diferentes procedimientos para crear un neologismo:
Diez ejemplos de neologismos del español podrían ser:
Aquellos neologismos que provienen de otros idiomas se denominan extranjerismos o préstamos.
Cuando se adopta un extranjerismo como neologismo del español, la ortografía puede adaptarse a la ortografía del español o mantenerse la ortografía de la lengua original.
A partir de la ortografía, se distinguen entre
Aunque la utilización de un oxímoron suele ser deliberada, en algunos casos puede producirse de manera involuntaria. Estos oxímoron involuntarios suelen surgir en el lenguaje cotidiano.
Por ejemplo:
Si una persona usa esta expresión, lo hará sin darse cuenta de que natural implica un estado no forzado. En cambio, la palabra actuar supone hacer algo de manera forzada.
Aunque estas frases no se utilizan para conseguir un efecto retórico, los oxímoron involuntarios pueden transmitir un significado que capte la atención de quien los escuche o pueden añadir humor al diálogo.
La principal diferencia entre yuxtaposición y oxímoron es que la yuxtaposición consiste en colocar próximos varios elementos para compararlos, mientras que el oxímoron implica la combinación deliberada de palabras con significados contradictorios.
Ejemplo de yuxtaposición:
Ejemplo de oxímoron:
Había un silencio ensordecedor.
Un ejemplo de oxímoron es la frase error deliberado.
Esta frase combina dos palabras contradictorias que suelen tener un significado diferente.
El oxímoron error deliberado se forma al combinar estos dos significados que, en principio, son contradictorios.
Este oxímoron invita al lector a pensar en las acciones que, a menudo, llevamos a cabo sabiendo que implican un mal resultado (por ejemplo, menos beneficio económico).
Una metáfora consta de dos elementos:
En los versos de Machado “Caminante, son tus huellas / el camino y nada más”, el tenor es “el camino”, mientras que el vehículo son “tus huellas”.
En la metáfora impura (o metáfora directa) aparecen los dos elementos de la metáfora (el tenor y el vehículo) de manera explícita. Generalmente, estos dos elementos aparecen unidos por el verbo “ser”.
En la metáfora pura (o metáfora implícita) los términos se muestran entrelazados o igualados sin que aparezca el verbo “ser”. Se utiliza otro verbo, un adjetivo o una frase entera para unir esos dos conceptos.
Un ejemplo de metáfora impura es “Eres un soplo de aire fresco”. Un ejemplo de metáfora pura es “Su llama se apagó después de luchar varios días”.
Un ejemplo de metáfora es la oración “el tiempo es un ladrón”.
Una metáfora es un recurso literario en el que se describe a alguien o a algo utilizando un segundo elemento con un uso figurado del lenguaje. Eso significa que una metáfora no es “literalmente cierta”, pero se utiliza para describir algo a alguien diciendo lo que es.
En la oración “el tiempo es un ladrón” no se está definiendo literalmente al tiempo como un “ladrón”, sino que se está haciendo un uso figurado de esta palabra. Se hace para sugerir que el tiempo roba cosas a la gente, no para hacer una afirmación literal.
En inglés, las metáforas (o metaphors) también son recursos literarios basados en la comparación de dos cosas diferentes.
Ejemplos de metáforas en inglés son:
Se puede identificar el logos en un argumento al formularse las siguientes preguntas:
El razonamiento inductivo y el razonamiento deductivo son dos tipos de o razonamiento lógico. Se trata de dos formas de inferir conclusiones.
Estos dos razonamientos se utilizan en la lógica y en la resolución de problemas.
El razonamiento deductivo parte de premisas generales para llegar a conclusiones específicas. Se basa en que si las premisas son verdaderas, la conclusión también debe serlo.
El razonamiento inductivo comienza en observaciones específicas para llegar a una conclusión general. Se basa en la generalización, de manera que la conclusión puede ser cierta, pero no necesariamente.
Un ejemplo de razonamiento deductivo es el siguiente: Todos los hombres son mortales. Aristóteles es un hombre. Por tanto, Aristóteles es mortal.
Un ejemplo de razonamiento inductivo es el siguiente: He observado que cada vez que lanzo una moneda al aire, sale cara. Por lo tanto, todas las monedas lanzadas al aire siempre saldrán cara.
El logos se basa en el razonamiento lógico y en el uso de argumentos persuasivos basados en la evidencia para convencer a una audiencia. Algunos ejemplos del uso del logos son:
Tanto la yuxtaposición como la antítesis son técnicas literarias que consisten en presentar diferencias, pero no pueden utilizarse indistintamente:
En resumen, la yuxtaposición es la colocación intencionada de cosas una junto a otra para resaltar su relación (similitud o diferencia), mientras que la antítesis es un término más amplio que se refiere a las diferencias observables entre las cosas, estén yuxtapuestas o no.
La yuxtaposición es un recurso literario usado para resaltar contrastes entre dos elementos (palabras, frases, imágenes, ideas, etc.).
Su finalidad principal es la de generar impacto en el lector, ya que se destaca la diferencia entre esos elementos y se resalta su significado o importancia.
Cuando se yuxtaponen dos elementos opuestos, el escritor crea un efecto de contraste que enfatiza características opuestas (belleza-fealdad, vida-muerte, claro-oscuro, etc.). Esto añade profundidad y complejidad al texto.
Además, al mostrar de manera simultánea dos ideas contradictorias e inesperadas, la yuxtaposición sirve también para crear tensión, ironía o humor.
Las figuras retóricas se utilizan tanto en el habla cotidiana como en literatura para aportar mayor emocionalidad y expresividad a un texto.
Existen numerosos tipos de figuras retóricas que permiten enriquecer un texto. Algunas de las más habituales son, por ejemplo, la metáfora, la ironía o el eufemismo.
La metáfora y el símil son dos figuras retóricas cuya diferencia está relacionada con la manera en la que son comparados dos elementos:
Algunos ejemplos de figuras literarias son:
El paralelismo es una figura literaria que consiste en repetir una estructura para dar ritmo o añadir un carácter poético a lo escrito.
El símil es una figura literaria o figura retórica que consiste en comparar una cosa con otra.
No, las figuras literarias pueden aparecer en verso o en prosa, y en poesía o en otros géneros, como la narrativa. Aparecen también en publicidad y en el habla diaria.
No obstante, algunas figuras retóricas, como la aliteración, aparecen más frecuentemente en la poesía.
El paralelismo en un poema es un recurso literario que produce un efecto rítmico disponiendo los elementos de las unidades sintácticas de manera paralela en sus versos.
Sí, el paralelismo, junto con la aliteración y la analogía son tres de las figuras literarias más utilizadas.
El paralelismo puede ser de cuatro tipos según la relación entre las partes que lo componen:
Además, según el sentido que le den al texto, puede ser:
Las elipsis pueden ser de distintos tipos según la categoría gramatical que se omita:
En este último caso, se omite una oración completa al estar sobreentendida.
No, aunque los dos hacen referencia a una omisión, la elipsis y los puntos suspensivos son dos cosas distintas.
La elipsis es una figura retórica y un recurso gramatical que omite cierta información por considerarla innecesaria o redundante.
Los puntos suspensivos son un tipo de puntuación que se utiliza para señalar que la idea o enumeración continúa, pero se ha omitido esa información.
La coma elíptica se utiliza en las elipsis de tipo verbal. Sirve para separar el sujeto de los complementos verbales y, así, evitar confusiones.
Por ejemplo: Tú bailaste una muñeira; yo, (bailé) un tango.
Los epítetos describen y embellecen a los sustantivos.
Algunos ejemplos de adjetivos usados como epítetos son:
El epíteto y el adjetivo explicativo son considerados sinónimos en algunas fuentes, pues ambos se emplean para describir una cualidad inherente al sustantivo.
No obstante, otras fuentes consideran los epítetos un subtipo de los adjetivos explicativos.
Los epítetos pueden ser de distintos tipos conforme la cualidad que expresan sea objetiva o subjetiva:
La palabra reticencia tiene como sinónimos:
Para no repetir la palabra reticencia, siempre puedes utilizar los sinónimos que te ofrece el parafraseador de QuillBot.
Como figura literaria, la reticencia también se denomina:
La reticencia de Lady Anne es una obra del escritor Hector Hugh Munro, también conocido como Saki, publicada en 1910.
En esta novela, un marido de alta alcurnia ha ofendido a su esposa, y ahora trata de averiguar si ella está aún enfadada. Sin embargo, Lady Anne se muestra reticente a expresar sus sentimientos.
Para ayudarte a generar este tipo de resúmenes de obras literarias, puedes utilizar resumidor de textos de Quillbot.
La palabra reticencia puede utilizarse en distintos contextos:
En retórica, se trata de una figura literaria que se refiere a la omisión de parte de la oración, habitualmente de forma malintencionada.
La antonomasia es una figura retórica que sustituye un nombre propio por un rasgo que lo representa, o que utiliza un rasgo distintivo y lo eleva a nombre propio.
Por ejemplo:
La sinécdoque es una figura literaria que utiliza una parte de algo para referirse al todo.
Por tanto, la antonomasia es un tipo de sinécdoque, pues en una de sus versiones sustituye la persona (el todo) por el rasgo (una parte).
Sí. La antonomasia es una figura literaria que consiste en sustituir un nombre por un apelativo que lo representa, o a la inversa.
La palabra antonomasia ha dado origen a la expresión “por antonomasia”.
“Por antonomasia” quiere decir que esa persona o cosa es el ejemplo más representativo de la categoría que lo engloba.
“Por excelencia” es una locución adverbial procedente de la palabra “excelencia”, que describe la superioridad en calidad o bondad de una persona o cosa.
Por tanto, “por antonomasia” y “por excelencia” son sinónimos.
Puedes aportar variedad a tus textos utilizando el parafraseador de Quillbot.
La expresión correcta tiene su origen en la palabra antonomasia y, por tanto, se escribe “por antonomasia”.
La palabra antonomasia proviene del griego antonomasía, que incluye el prefijo “anto-”, pues originalmente la antonomasia consistía en sustituir una palabra por su opuesta.
La palabra autonomasia* no existe.
Los juegos de palabras se utilizan con distintos objetivos dependiendo del contexto. Algunos ejemplos son:
Un ejemplo de juego de palabras es la oración:
Se basa en el doble sentido de la palabra “interés”, que podría significar “beneficios” o “atractivo”.
El juego de palabras engloba distintas figuras literarias que pueden hacer uso de palabras homófonas o combinaciones de palabras, o jugar con distintas agrupaciones de sílabas:
Hay distintas teorías sobre la etimología, es decir, el origen, de la palabra calambur:
Así pues, según se crea que viene está en el francés, el italiano o el árabe, el significado original de calambur habría sido distinto.
El calambur es un juego de palabras.
Por tanto, todos los calambures son juegos de palabras, pero no todos los juegos de palabras son calambures.
Otros juegos de palabras incluyen:
Un ejemplo de calambur en una adivinanza es:
El juego de palabras de este calambur consiste en la similitud fonética entre “y lo” y el sustantivo “hilo”.
No, lo más común es que el anacoluto se utilice por error.
En el habla cotidiana, se tiende a improvisar el discurso a medida que se habla, lo que puede dar lugar a incongruencias.
No obstante, el cambio en la estructura sintáctica que ocurre en el anacoluto, aunque provoque una incoherencia, puede utilizarse de manera intencionada como recurso literario.
En este caso, su objetivo es causar sorpresa o llamar la atención sobre una persona o cosa.
El anacoluto puede usarse como figura literaria para provocar sorpresa en el lector o contraponer los personajes. Por ejemplo:
Quien lo contrario dijere, le haré yo conocer que miente. (Miguel de Cervantes Saavedra, Don Quijote de la Mancha)
En esta oración, se cambia el sujeto del pronombre relativo “quien” al pronombre personal “yo”, indicado por la primera persona del futuro simple, “haré”.
Capicúa y palíndromo son dos conceptos relacionados, aunque no completamente intercambiables.
Capicúa es una cifra que se lee igual al derecho que al revés. Por ejemplo: 58485.
Palíndromo es una palabra, cifra u oración que se lee y pronuncia igual en el sentido normal de lectura (es decir, de izquierda a derecha) que en el opuesto.
Por ejemplo, el sustantivo común en plural “seres”.
Por tanto, todos los capicúas son palíndromos, pero no todos los palíndromos son capicúas.
El palíndromo puede aparecer en los nombres propios.
Un ejemplo de nombre palíndromo de mujer es Ava, pues si se lee de atrás hacia delante es idéntico al sentido habitual de la lectura.