Tipos de se | Usos, ejemplos y ejercicios
Existen diferentes tipos de se dependiendo del uso y contexto en el que se emplee la partícula “se”.
Dentro de los tipos de se, no se tiene en cuenta el “sé” tónico; es decir, el que se pronuncia con una mayor fuerza o énfasis.
Este “sé” tónico corresponde a la 1.ª persona presente de indicativo del verbo saber.
Únicamente se consideran los tipos de se átonos, es decir, los tipos de se que se pronuncian sin énfasis y de manera más débil.
Los tipos de se más comunes son:
- Como complemento indirecto para evitar cacofonía
- Con uso reflexivo
- Con uso recíproco
- Como dativo
- Como pronombre de un verbo pronominal
- Como marca de impersonalidad
- Como marca de pasiva refleja
Algunos tipos de se deben ser analizados como un pronombre.
Por tanto, dentro del campo de la sintaxis, cumplen una función sintáctica a lo largo de la oración (generalmente de complemento directo o de complemento indirecto).
Los tipos de se que cumplen una función sintáctica son:
- Como complemento indirecto para evitar cacofonía
- Con uso reflexivo
- Con uso recíproco
- Como dativo
Sin embargo, hay otros tipos de se que, simplemente, son marcas de un fenómeno sintáctico concreto. Es decir, no tienen función sintáctica y, a la hora de hacer un análisis sintáctico, han de analizarse con el verbo en su conjunto, como parte del propio núcleo verbal.
Los tipos de se que no cumplen una función sintáctica son:
- Como parte de un verbo pronominal
- Como marca de pasiva refleja
- Como marca de impersonalidad
- Marta se cuida muchísimo.
Ejemplo de “se” reflexivo.
- ¿Se lo dices tú o se lo digo yo?
Ejemplo de “se” como complemento indirecto para evitar cacofonía.
- Se dice que ya no volverás por aquí.
Ejemplo de “se” de pasiva refleja.
Se como complemento indirecto cuando hay cacofonía
Tanto el complemento directo como el complemento indirecto pueden ser sustituidos por pronombres personales.
Los pronombres personales del complemento directo son:
- Lo
- La
- Los
- Las
Mientras que los pronombres personales del complemento indirecto son:
- Le
- Les
- Tengo muchas bicicletas. → Las tengo.
Si se quiere sustituir el sintagma nominal y complemento directo “muchas bicicletas”, se utiliza el pronombre “las”.
- Ayer compré varios tomates a mi madre. → Ayer los compré.
De nuevo, si se quiere sustituir el sintagma nominal y complemento directo “varios tomates”, se debe utilizar el pronombre “los”.
- Pedro habló de sus problemas a María. → Pedro le habló de sus problemas.
En esta oración, el sintagma preposicional “a María” se puede sustituir por el pronombre personal de complemento indirecto “le”.
- Mañana regalaré estos libros a mis amigos. → Mañana les regalaré estos libros.
En esta oración, el sintagma preposicional “a mis amigos”, que desarrolla la función de complemento indirecto, se puede sustituir por el pronombre “les”.
Sin embargo, los pronombres “le” y “les”, de complemento indirecto, no pueden aparecer cuando en la oración existen ya pronombres de complemento directo.
Se utiliza el pronombre “se” para hacer esa sustitución por el complemento indirecto y evitar la cacofonía.
La cacofonía es un fenómeno lingüístico que ocurre cuando en una oración se combinan palabras o sonidos que resultan repetitivos o de difícil pronunciación, generando un efecto incómodo al oído.
- Ayer compré varios tomates a mi madre.
- Ayer los compré.
- Ayer compré varios tomates a mi madre.
- Ayer le compré varios tomates.
- Ayer compré varios tomates a mi madre.
- Ayer le los compré.
En este último ejemplo, se comprueba que no se puede realizar una doble sustitución de los pronombres de complemento directo y de complemento indirecto utilizando el pronombre “le”; sino que se tiene que acudir al pronombre “se”.
- Ayer compré varios tomates a mi madre.
- Ayer se los compré.
- Mañana regalaré estos libros a mis amigos.
- Mañana les regalaré estos libros.
- Mañana regalaré estos libros a mis amigos.
- Mañana los regalaré a mis amigos.
- Mañana regalaré estos libros a mis amigos.
- Mañana les los regalaré.
En este último ejemplo, se vuelve a comprobar que no se puede realizar una doble sustitución de los pronombres de complemento directo y de complemento indirecto utilizando el pronombre “les”.
Aunque se trata de un caso de complemento indirecto en plural, también debe acudirse al pronombre “se”.
- Mañana regalaré estos libros a mis amigos.
- Mañana se los regalaré.
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Se como pronombre reflexivo
Un verbo reflexivo es un verbo transitivo en el que el sujeto y el complemento directo o el complemento indirecto coinciden.
Es decir, la primera condición para poder hablar de un verbo reflexivo es que tenga un complemento directo.
Cuando se usa un verbo de forma reflexiva, el sujeto realiza la acción. A la vez, el complemento directo (o el indirecto en ocasiones) coincide con el sujeto.
Eso significa que el sujeto está recibiendo la propia acción del verbo.
- Yo lavo la ropa.
En este ejemplo, hay un sujeto, “yo”, que ejecuta una acción, “lavar”, y lo hace sobre “la ropa”. En este caso, no hay un uso reflexivo del verbo “lavar”.
- Yo me lavo.
En este ejemplo, hay un sujeto, “yo”, que ejecuta una acción, la de “lavar”. Pero, además, esta acción se ejecuta también sobre ese “yo”, a través del pronombre “me”.
Es decir, el sujeto y el complemento directo aluden al mismo ser o ente. En este caso, hay un uso reflexivo del verbo “lavar”.
- Yo me lavo los dientes.
En este ejemplo, hay un sujeto, “yo”, que ejecuta una acción, la de “lavar”.
Esta acción se ejecuta también sobre ese “yo”, aunque de manera indirecta (“me” es el complemento indirecto).
En esta oración, lo que se lava de forma directa son “los dientes”. En este caso, el sujeto y el complemento indirecto aluden al mismo ente, por lo que hay un uso reflexivo del verbo “lavar”.
Cuando un verbo reflexivo se conjuga en tercera persona, tanto del singular como del plural, el pronombre personal que marca esa reflexividad es “se”.
- Yo me lavo.
- Tú te lavas.
- Él se lava.
- Nosotros nos lavamos.
- Vosotros os laváis
- Ellos se lavan.
Los pronombres personales también pueden aparecer como complemento indirecto:
- Yo me lavo la cara.
- Tú te lavas los dientes.
- Él se lava el pelo.
- Nosotros la cara
- Vosotros os laváis los dientes.
- Ellos se lavan el pelo.
Es importante indicar que cuando se habla de verbos reflexivos, se hace alusión a usos reflexivos de estos verbos, ya que también presentan usos no reflexivos.
- Carla se peina el pelo.
- Carla peina el pelo de Raquel
En el primer ejemplo, existe un uso reflexivo del verbo “peinar” (frente al segundo ejemplo, donde no hay un uso reflexivo).
Dado que el verbo está conjugado en tercera persona, se utiliza el pronombre “se”, en este caso, con la función de complemento indirecto.
- Carlos se afeita.
- En la peluquería, Carlos afeita todo tipo de barbas.
En el primer ejemplo, existe un uso reflexivo del verbo “afeitar” (frente al segundo ejemplo, donde no hay un uso reflexivo).
Dado que el verbo está conjugado en tercera persona, se utiliza el pronombre “se”, en este caso con la función de complemento directo.
Se como pronombre recíproco
Un verbo recíproco, al igual que un verbo reflexivo, también es un verbo transitivo en el que el sujeto y el complemento directo o el complemento indirecto coinciden.
Sin embargo, tiene una particularidad: el sujeto tiene que ser plural. Cuando un verbo tiene un uso recíproco, dos o más sujetos llevan a cabo acciones que repercuten unos sobre otros.
- Pablo y yo nos queremos muchísimo.
Lo que quiere decir esta oración es que Pablo quiere mucho al ser o ente representado por la 1.ª persona de singular (yo), y que dicho ente quiere mucho a Pablo.
Esto significa que la acción de los sujetos repercute en ellos mismos. En esta oración, el valor recíproco se da con el pronombre “nos”, que es el complemento directo de la oración.
Es importante indicar que la oración seguiría siendo gramatical sin ese pronombre:
- Pablo y yo queremos muchísimo (a Luis).
Lo que ocurre es que se pierde ese significado de reciprocidad. Ya no se trata de sujetos que se quieren el uno al otro, sino de sujetos que quieren a otra persona.
- Leyre y tú os escribís muchas cartas.
En esta oración, hay dos sujetos, “Leyre” y el que representa la 2.ª persona de singular (tú).
Lo que quiere decir esta oración es que Leyre escribe muchas cartas a ese “tú”, mientras que el “tú” escribe muchas cartas de Leyre.
En esta oración, el valor recíproco se da con el pronombre “os”, que es el complemento indirecto de la oración. El complemento directo es “muchas cartas”.
Si ambos ejemplos se transformaran en tercera persona, las oraciones serían:
- Pablo y Cristina se quieren mucho.
- Leyre y Sergio se escriben muchas cartas.
Según el primer ejemplo, Pablo quiere mucho a Cristina, y Cristina quiere mucho a Pablo.
Según el segundo ejemplo, Leyre escribe muchas cartas a Sergio, y Sergio escribe muchas cartas a Pablo. Se trata de un valor recíproco.
Los pronombres personales que indican reciprocidad son siempre plurales, dado que la reciprocidad siempre afecta a dos o más sujetos:
- Nos
- Os
- Se
Además, estos pronombres pueden desarrollar la función de complemento directo o de complemento indirecto, en función de la propia oración.
- Carlos y Cristian se miran.
- Carlos y Cristina miran a su primo mayor.
En el primer ejemplo, existe un uso recíproco del verbo “mirar” (frente al segundo ejemplo, donde no hay un uso recíproco).
Dado que el verbo está conjugado en tercera persona, se utiliza el pronombre “se”, en este caso, con la función de complemento directo.
- Marta y Diego se cuentan secretos.
- Marta y Diego cuentan secretos a Diana.
En el primer ejemplo, existe un uso recíproco del verbo “contar” (frente al segundo ejemplo, donde no hay un uso recíproco).
Dado que el verbo está conjugado en tercera persona, se utiliza el pronombre “se”, en este caso, con la función de complemento indirecto.
Se como dativo
El dativo es un complemento indirecto no exigido por el verbo. Como complemento indirecto, designa a la persona beneficiada o perjudicada por la acción designada.
Este complemento puede eliminarse sin que la oración resulte agramatical o que cambie de significado. Es más, se trata de un refuerzo expresivo y enfático que subraya a la persona beneficiaria.
- Este niño no me come nada.
En esta oración, el pronombre “me” es un dativo. No se habla de que el niño vaya a comerse literalmente al sujeto de la oración, sino que se trata de un uso expresivo.
Es más, podría eliminarse de la oración y el significado seguiría siendo prácticamente el mismo.
- Eso no te lo crees ni tú.
En esta oración, el pronombre “te” es un dativo. Lo que hace es enfatizar la acción señalada por el verbo. Podría eliminarse de la oración y el significado seguiría siendo prácticamente el mismo.
Cuando el dativo se utiliza en 3.ª persona, tanto en singular como en plural, puede tomar la forma “se”. En algunas ocasiones, adopta también la forma “le” o “les”.
- Se bebieron una botella entera.
En esta oración, el pronombre “se” es un dativo. Lo cierto es que la oración no necesita ese pronombre, pero le añade una mayor expresividad.
- Para variar, Lucía se dejó su paraguas en el autobús.
En esta oración, el pronombre “se” es un dativo. La oración no necesita este pronombre, pero enfatiza la acción.
Se como marca de verbo pronominal
Los verbos pronominales son aquellos verbos que siempre van a necesitar un pronombre.
La clave de los verbos pronominales es que no pueden conjugarse sin ese pronombre.
Si se conjugase un verbo pronominal sin pronombre, se trataría de un caso de agramaticalidad, es decir, no seguiría las reglas gramaticales del español y resultaría incorrecto.
- Yo me arrepiento (Presente de indicativo)
- Tú te arrepentiste (Pretérito perfecto simple)
- Él se arrepentirá (Futuro simple de indicativo)
- Nosotros nos hemos arrepentido (Pretérito perfecto compuesto de indicativo)
- Vosotros os arrepentiríais (Condicional simple)
- Ellos se arrepentían (Pretérito imperfecto de indicativo)
En el caso de que no exista ese pronombre personal, el verbo no podría conjugarse:
- Yo arrepiento
- Tú arrepentiste
- Él arrepentirá
- Nosotros hemos arrepentido
- Vosotros arrepentiríais
- Ellos arrepentían
Los verbos pronominales se conjugan con los pronombres personales:
- Me
- Te
- Se
- Nos
- Os
- Se
Así pues, el pronombre de verbos pronominales de la 3.ª persona del singular y del plural es “se”.
- Pepe se conforma con cualquier cosa.
- Pablo siempre se quejará de que hay mucha luz.
- Luisa nunca se acuerda de lo que dice.
- Ella se sintió muy sola cuando nadie la llamó.
- Siempre que puede, se acuesta temprano.
- Se alegrará mucho cuando te vea.
Es importante indicar que, en estos casos, todos estos pronombres no reciben una función sintáctica dentro de la oración, sino que forman parte del propio verbo.
Aparentemente, estas dos oraciones son similares desde un punto de vista sintáctico:
- Él se equivoca
- Él se lava
Sin embargo, se trata de dos tipos de se diferentes. La clave está en si se puede o no eliminar el pronombre “se”.
Si se elimina el pronombre “se” y la frase sigue siendo gramatical, aunque cambie el significado de esta, se trata de un “se” reflexivo.
Si se elimina el pronombre “se” y la frase no es gramatical, se trata de un “se” pronominal.
- Él se equivoca.
- Él equivoca.
Al eliminar el “se” la oración resulta agramatical; por lo tanto, se trata de un “se” pronominal.
- Él se lava.
- Él lava
Se ha modificado ligeramente el sentido de la oración, pero esta sigue siendo gramatical. Por lo tanto, se trata de un “se” reflexivo.
Se como marca de impersonalidad
El “se” puede funcionar como una marca de impersonalidad (también conocido como se impersonal); es decir, en oraciones impersonales.
Las oraciones impersonales son aquellas que carecen de sujeto. En este caso, estas oraciones se denominan oraciones impersonales reflejas.
En muchas ocasiones, se utiliza el “se” como marca de impersonalidad para ocultar deliberadamente al sujeto de la acción.
- Se vive bien en este pueblo.
¿Quién? No puede saberse, dado que no hay sujeto en esta oración.
- Se sale mucho en este barrio.
¿Quién sale mucho en este barrio? Podemos creer que cualquiera que esté en él, pero no es una información que aparezca de manera explícita.
- Se envejece muy mal en la ciudad.
¿Quién envejece? Imposible saberlo.
Se como marca de pasiva refleja
En español, existen dos formas de formar una oración pasiva.
- Gracias a la perífrasis verbal formada por el verbo “ser” más un participio
- Con la partícula “se”
Al contrario de lo que se suele pensar, la formación de oraciones pasivas mediante la partícula “se” es muchísimo más habitual en español que la pasiva perifrástica, es decir, la formada por una perífrasis verbal.
Estas oraciones suelen seguir la estructura “se” + verbo en voz activa + sujeto.
- Se comen patatas.
Esta oración está formada por la partícula “se” más el verbo en voz activa (“comen”) más el sujeto de la oración (“patatas”).
La pasiva perifrástica de esta oración sería “Las patatas son comidas”.
- Se cocinan arroces por encargo.
Esta oración está formada por la partícula “se” más el verbo en voz activa (“cocinan”) más el sujeto de la oración (“arroces”).
La pasiva perifrástica de esta oración sería “Arroces son cocinados por encargo”.
- Se alquila un apartamento en ese edificio.
Esta oración está formada por la partícula “se” más el verbo en voz activa (“alquila”) más el sujeto de la oración (“un apartamento”).
La pasiva perifrástica de esta oración sería “Un apartamento es alquilado en ese edificio”.
Estas oraciones presentan ese problema:
- Se vende piso
- Se regala coche
- Se busca camarero
Al analizar estas oraciones, puede considerarse que son impersonales. Pero no, se trata de oraciones de pasiva refleja. El motivo es que tienen sujeto.
La prueba necesaria para comprobarlo es transformar estas oraciones en plural. Si permite la transformación y algún sintagma se ve modificado, ese sintagma será en consecuencia el sujeto.
- Se vende piso.
- Se venden pisos.
- Se regala coche.
- Se regalan coches.
- Se busca camarero.
- Se buscan camareros.
En el momento que hay una transformación del verbo a plural y la oración lo permite, se trata de una oración de pasiva refleja.
Las oraciones impersonales no permiten ese cambio:
- Se camina mucho en esta ciudad.
- Se camina
nmucho en esta ciudad.
- Se trabaja mejor con buena iluminación.
- Se trabaja
nmejor con buena iluminación.
- Se come muy bien en este restaurante.
- Se come
nmuy bien en este restaurante.
Tipos de se: ejercicios
Elige la respuesta correcta sobre los tipos de se y entre las formas se o sé.
Preguntas frecuentes sobre los tipos de se
- ¿En qué se diferencia el tipo de se de un verbo pronominal del se de un verbo reflexivo?
-
Existen varios tipos de se. Dos de los más habituales son el “se” reflexivo y el “se” pronominal.
Si en la oración se puede eliminar el pronombre “se”, es un “se” reflexivo.
Por ejemplo: Ella se lava el pelo después de ir al gimnasio.
Si en la oración no se puede eliminar el pronombre “se” porque el resultado es una frase agramatical, se trata de un “se” pronominal.
Por ejemplo: Este chico se queja de vicio.
- ¿En qué se diferencia el tipo de se impersonal del se de pasiva refleja?
-
Existen varios tipos de se. Habitualmente, se confunden el “se” de impersonalidad y el “se” de pasiva refleja.
La diferencia básica está en si hay o no sujeto en la oración.
Si hay un sujeto, se trata de un “se” de pasiva refleja.
Por ejemplo: Se vende casa
Si no hay un sujeto, la oración no puede ser personal, por lo que se trata de un “se” de impersonalidad.
Por ejemplo: Se vive muy bien por aquí.
- ¿Qué tipos de se tienen función sintáctica?
-
Los tipos de se que tienen función sintáctica son:
- Cuando hay cacofonía con los pronombres. Es complemento indirecto.
- Como pronombre reflexivo. Puede ser tanto complemento directo como complemento indirecto.
- Como pronombre recíproco. Puede ser tanto complemento directo como complemento indirecto.
Como dativo. Es complemento indirecto.