Anacoluto | Significado y ejemplos
El anacoluto, a veces también denominado solecismo, es un cambio sintáctico en la estructura de la oración que introduce una inconsistencia.
El anacoluto suele producirse en el lenguaje hablado, pues este es flexible y a veces se reformulan las ideas a la vez que se habla. Esto da lugar a incongruencias, es decir, a faltas de sentido o de lógica.
No obstante, también se puede utilizar el anacoluto como figura literaria para causar sorpresa.
Anacoluto: significado
La palabra anacoluto proviene del griego anakólouthon, cuyo significado es “que no sigue”, “inconsecuente”.
Por tanto, anacoluto hace referencia a la incoherencia de una oración por una alteración inesperada en su estructura, por ejemplo, un cambio de sujeto.
Además de como parte del habla cotidiana, el anacoluto suele emplearse:
Anacoluto: figura retórica
Si bien no todas las fuentes reconocen el anacoluto como recurso literario, algunas personas consideran que la incongruencia que produce este recurso puede utilizarse para causar sorpresa de manera intencionada.
Además, el anacoluto puede utilizarse en la literatura para indicar que los personajes no hablan de manera correcta, o para dar realismo a su discurso.
Anacoluto: publicidad
En el caso de la publicidad, el anacoluto también se utiliza para referirse al recurso de alterar el orden lógico de la realidad.
Esta alteración tiene el objetivo de llamar la atención sobre el producto.
Preguntas frecuentes sobre el anacoluto
- ¿El uso del anacoluto es siempre intencionado?
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No, lo más común es que el anacoluto se utilice por error.
En el habla cotidiana, se tiende a improvisar el discurso a medida que se habla, lo que puede dar lugar a incongruencias.
No obstante, el cambio en la estructura sintáctica que ocurre en el anacoluto, aunque provoque una incoherencia, puede utilizarse de manera intencionada como recurso literario.
En este caso, su objetivo es causar sorpresa o llamar la atención sobre una persona o cosa.
- ¿Cuál es un ejemplo de anacoluto en la literatura?
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El anacoluto puede usarse como figura literaria para provocar sorpresa en el lector o contraponer los personajes. Por ejemplo:
Quien lo contrario dijere, le haré yo conocer que miente. (Miguel de Cervantes Saavedra, Don Quijote de la Mancha)
En esta oración, se cambia el sujeto del pronombre relativo “quien” al pronombre personal “yo”, indicado por la primera persona del futuro simple, “haré”.