¿Qué es una analogía? | Significado y ejemplos
Una analogía es una comparación entre dos cosas diferentes con el propósito de explicarlas o aclararlas.
Al hacer hincapié en cómo dos entidades o ideas distintas se parecen en algunos aspectos, las analogías nos ayudan a comprender conceptos o ideas desconocidos. Para ello, se establecen paralelismos con aquellos que sí resultan familiares.
Las analogías se utilizan habitualmente en la literatura, el lenguaje cotidiano y la resolución de problemas.
¿Qué es una analogía?
Una analogía se compone de dos elementos:
- El dominio objetivo
- El dominio fuente
El dominio objetivo es el concepto que la analogía pretende aclarar o explicar. Suele ser el menos familiar de los dos conceptos que se comparan.
El dominio fuente es el más familiar de los dos conceptos. Se utiliza como punto de referencia para comprender el dominio objetivo, trazando paralelismos y resaltando las similitudes.
Al destacar sus similitudes, la fuente de la analogía proporciona un marco familiar para comprender el objetivo (el papel de un profesor).
Cuando se construye una analogía, hay que estar seguro de que la parte familiar de la analogía (dominio fuente) es efectivamente familiar y conocida por el lector o audiencia.
Un ejemplo de tal simplificación excesiva es la analogía que compara un átomo con un sistema solar en miniatura.
Esta comparación se ha utilizado para explicar la estructura de un átomo, equiparando los electrones que orbitan alrededor del núcleo con los planetas que orbitan alrededor del sol.
Aunque esta analogía puede ayudarnos a visualizar el concepto de la estructura de un átomo, simplifica en exceso el comportamiento de los electrones.
Significado de analogía y finalidad
Una analogía, en su sentido más amplio, es una comparación ampliada de dos elementos diferentes con el fin de resaltar similitudes, aclarar conceptos o hacer inferencias. Suele incluir una explicación de por qué esas dos cosas son similares.
El término “analogía” tiene su origen en la palabra griega analogia, que significa “proporción”. “Ana” significa “reiteración o comparación”, mientras que “logos” significa “palabra” o “razón”.
Aunque se trata de un término matemático en su significado literal, para los antiguos filósofos griegos, “analogía” significaba un recurso persuasivo utilizado en el ámbito de la retórica y la lógica.
El pensamiento analógico desempeña un papel fundamental en el funcionamiento de nuestro cerebro y en nuestra comprensión del mundo, ya que sirve de puente entre lo conocido y lo desconocido.
Dependiendo del contexto, una analogía puede servir para diferentes propósitos:
- En literatura, las analogías se utilizan para crear imágenes vívidas, enriquecer el texto y atraer a los lectores.
- En argumentación, el razonamiento por analogía es una forma de justificación. Significa emplear una analogía para persuadir o apoyar una conclusión.
- A veces, estos argumentos enfatizan similitudes que son superficiales o irrelevantes para el punto que se está planteando, lo que lleva a conclusiones inválidas. Esto se conoce como falsa analogía.
- En ciencia, las analogías se utilizan para explicar conceptos abstractos a personas no expertas.
- Por ejemplo, en biología, los profesores suelen asignar un proyecto de analogía celular, en el que los alumnos tienen que explicar la estructura y función de las células comparándolas con un objeto o lugar de la vida real, como una fábrica o una casa.
- En derecho, las analogías ayudan a los profesionales del derecho a aplicar doctrinas legales y precedentes a casos nuevos o similares. Por ejemplo, si un tribunal califica un acto de “imprudencia temeraria” en un caso de vehículos a motor, un profesional jurídico puede utilizarlo como analogía para argumentar lo mismo para un acto similar relacionado con una bicicleta.
Independientemente del contexto, el proceso cognitivo principal es el mismo: se transfieren conocimientos de un dominio o concepto familiar a otro abstracto o desconocido.
Analogía: ejemplos
Un ejemplo de analogía en literatura es el que aparece en Coplas por la muerte de su padre, de Jorge Manrique.
El autor hace una analogía de la vida como un río.
que van a dar en la mar,
que es el morir
[…]
Otro ejemplo de analogía se encuentra en Arte poética, de Jorge Luis Borges, en la que el autor compara el sueño con la muerte y la vigilia con la vida.
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.
Sentir que la vigilia es otro sueño
que sueña no soñar y que la muerte
que teme nuestra carne es esa muerte
de cada noche, que se llama sueño.
[…]
Analogía, metáfora y símil
Las analogías, las metáforas y los símiles expresan comparaciones y destacan similitudes, pero lo hacen de formas diferentes.
Metáfora
Una metáfora es una comparación implícita. Cuando se dice que “la vida es una montaña rusa”, le corresponde al oyente relacionar la información y averiguar cuáles son las similitudes entre la vida y las montañas rusas.
Además, ese interlocutor entiende que se está utilizando una figura retórica que requiere la interpretación del lenguaje figurado y que no debe tomarse al pie de la letra.
Símil
Un símil es una comparación explícita que utiliza la palabra “como”. Por ejemplo, la frase “La vida es como una montaña rusa” es un símil.
Un símil es una figura retórica que destaca una similitud específica entre dos cosas para crear imágenes o enfatizar una cualidad concreta.
Analogía
A diferencia de las metáforas o los símiles, una analogía es una comparación más elaborada que suele ser más larga que una frase. Esto se debe a que las analogías suelen incluir más detalles sobre las semejanzas entre las dos cosas comparadas.
Asimismo, una analogía es un tipo de razonamiento, no una figura retórica.
En resumen, una analogía utiliza la metáfora o el símil, pero los amplía para ayudar a explicar una idea o un concepto.
“La vida es una caja de bombones”.
Símil
“La vida es como una caja de bombones”.
Analogía
“La vida es como una caja de bombones; nunca sabes lo que te va a tocar”.
El último ejemplo es una analogía porque explica en qué se parecen las dos cosas que se comparan (es decir, tanto “la vida” como “la caja de bombones” incluyen un elemento de imprevisibilidad).
Preguntas frecuentes sobre analogía
- ¿Qué elementos componen una analogía?
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Una analogía está formada por dos elementos:
- El dominio fuente es el elemento conocido sobre el que se basa la analogía.
- El dominio objetivo es el elemento desconocido que se quiere explicar en la analogía.
Por ejemplo, en “La vida es como una caja de bombones”, el dominio fuente es “una caja de bombones”, que es lo conocido y familiar, y el dominio objetivo es “la vida”, que es el elemento que se quiere aclarar.
- ¿Qué es la analogía en derecho?
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La analogía se emplea en derecho para ampliar el alcance de una norma en casos que no están específicamente contemplados en ella como cuando no existen precedentes.
Por ejemplo, hace unos años todavía no había una regulación específica para el cigarrillo electrónico. Para determinar si se podría fumar un cigarrillo electrónico en los espacios libres de tabaco, un juez podía hacer una analogía entre el cigarrillo electrónico y el cigarrillo convencional para determinar su uso en espacios públicos.
- ¿Cuál es la diferencia entre analogía, metáfora y símil?
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La diferencia entre analogía, metáfora y símil está relacionada con la forma en la que se comparan los elementos.
- La metáfora es una figura retórica que contiene una comparación implícita en la que el oyente o lector tiene que relacionar la información (“El tiempo es oro”).
- Un símil es una comparación explícita que utiliza la palabra “como”. Por ejemplo, la frase “El tiempo es como el oro” es un símil.
- La analogía es un tipo de razonamiento que incluye una comparación más elaborada, con más detalles sobre las semejanzas entre los dos elementos contrastados.
La analogía utiliza la metáfora, pero la amplía para explicar mejor el dominio objetivo. Por ejemplo, una analogía de la metáfora anterior sería “El tiempo es oro. No hay mucho y tiene un gran valor”.
