¿Qué es la personificación? | Ejemplos y significado
La personificación consiste en atribuir cualidades humanas a entidades que no lo son, como animales, objetos o incluso conceptos abstractos. Esta técnica se utiliza para crear descripciones más vívidas y atractivas, dar un cierto tono o transmitir emociones.
La personificación puede darse en distintas formas literarias, como la poesía, la prosa y el drama, además de en el lenguaje diario.
Personificación: significado
La personificación es el acto de describir algo no humano como si tuviera rasgos humanos, tales como ideas, acciones o sentimientos.
Es un tipo de lenguaje figurado que suele utilizarse en el contexto de la escritura creativa, así como del habla cotidiana.
Al atribuir características típicamente humanas a objetos o a conceptos abstractos, los escritores hacen que sus descripciones sean más vívidas y atractivas para los lectores.
Esta técnica literaria ayuda a humanizar los objetos de la personificación, y así facilita que los lectores establezcan una conexión emocional con ellos.
En el contexto del habla cotidiana, la personificación también nos permite expresar nuestros sentimientos e ideas de una forma con la que otras personas pueden empatizar o que describe experiencias mundanas de una manera interesante.
Por ejemplo, una forma más evocativa de decir “Mi teléfono se ha quedado sin batería” es “Se ha muerto mi teléfono”, o “Ese último pedazo de tarta me está llamando” en lugar de “Me gustaría comerme ese último pedazo de tarta”.
Ejemplos de personificación
En La Regenta, Leopoldo Alas “Clarín” utiliza la personificación de la ciudad de Oviedo, a la que llama Vetusta, de forma que consigue darle personalidad.
En el poema Romance de la luna, luna, de Federico García Lorca, el autor otorga características femeninas a la luna, como su “polisón de nardos” o sus “senos de duro estaño”.
En nuestro día a día también utilizamos la personificación, incluso sin darnos cuenta.
Personificación y antropomorfismo
La personificación y el antropomorfismo son dos recursos literarios que adscriben características humanas a entidades humanas, pero que se aplican de forma diferente.
- La personificación representa a las entidades no humanas como si tuvieran cualidades humanas.
- Por ejemplo, en la frase “Las hojas danzaron al viento” se personifican las hojas, porque se describen como si tuvieran la habilidad de danzar.
- El antropomorfismo representa a una entidad no humana como si tuviera rasgos, sentimientos y comportamientos humanos.
- Por ejemplo, los dibujos animados suelen estar repletos de animales antropomorfos, como en Zootrópolis, o de objetos antropomorfos, como en Toy Story.
En resumen, la personificación es metafórica, y suele implicar una breve descripción que se añade para dar efecto, mientras que el antropomorfismo es literal y suele girar en torno a un retrato más extenso de los no humanos como si lo fueran.
Preguntas frecuentes sobre la personificación
- ¿Cuál es un ejemplo de personificación?
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Un ejemplo de personificación es la oración “El herrumbroso gozne gritaba cada vez que abrían la puerta”.
Aquí, se dice que el gozne “grita”, que es una acción humana asociada a la expresión de dolor o de estrés.
Esta personificación crea una imagen vívida y memorable que enfatiza el estado del gozne.
- ¿Para qué se usa la personificación
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La personificación se usa por distintas razones. Al describir entidades no humanas en términos humanos, los escritores consiguen:
- Crear una conexión humana entre el objeto de la personificación y el lector
- Destacar la relación de un personaje con una entidad no humana, como el coche o la casa del protagonista
- Crear descripciones vívidas e imaginativas que ayudan a los lectores a introducirse en la historia