Metonimia | Significado, tipos de metonimia y ejemplos
La metonimia es una figura retórica o literaria por la cual se designa un concepto con el nombre de otro. Esta sustitución es posible porque existe algún tipo de relación entre ambos términos.
La metonimia, al igual que ocurre con otras figuras literarias, implica un cambio semántico.
Es decir, se produce un cambio de significado al designar a una cosa con el nombre de otra y transferir así el significado de un elemento a otro.
Según la transferencia de significado que se produzca entre los dos conceptos, estos son los principales tipos de metonimia que existen:
- Efecto por su causa
- Causa por su efecto
- Contenedor por el contenido
- Marca comercial por objeto
- Obra por el nombre de su autor
- La parte por el todo
- El todo por la parte
- La materia por el objeto
Definición de metonimia y usos frecuentes
La definición de metonimia es “figura retórica o literaria que designa algo con el nombre de otra cosa”.
Mediante la metonimia, sustituimos un término por otro con el que comparte alguna relación objetiva de causalidad, procedencia, semejanza o sucesión, entre otras posibles relaciones.
La metonimia tiene dos funciones o usos distintos:
- Uso pragmático
El uso pragmático de la “metonimia” depende de la intención y del punto de vista del hablante. Esta intención se basa en una relación entre ideas y experiencias.
- Economía lingüística
Consiste en minimizar el esfuerzo que necesitamos invertir a la hora de expresarnos. En este sentido, haremos uso de la metonimia si queremos expresar una idea con menos palabras de las que, en principio, son necesarias.
Tipos de metonimia: ejemplos
La relación existente entre los dos conceptos que forman parte de una metonimia nos indicará el tipo de metonimia al que pertenece.
Estos son los 12 tipos de metonimia que existen:
- Efecto por su causa
- Causa por su efecto
- Contenedor por el contenido
- Símbolo por lo simbolizado
- Lugar de producción por producto
- Marca comercial por objeto
- Obra por el nombre de su autor
- La parte por el todo
- El todo por la parte
- La materia por el objeto
- El nombre del objeto por otro contiguo a él
- El instrumento por el artista
Efecto por su causa
Esta metonimia se produce cuando se designa un efecto para referirse a su causa. Esto quiere decir que nombramos a un término por el efecto que produce algo, en lugar de nombrarlo por la causa que provoca dicho efecto.
Causa por su efecto
Esta metonimia se produce cuando se designa una causa para referirse a su efecto. Es decir, aunque nos refiramos al efecto de un término, lo nombraremos por la causa que ha provocado dicho efecto.
Contenedor por el contenido
En el caso de bebidas y alimentos, es frecuente hacer uso de una metonimia del tipo contenedor por el contenido. De esta forma, cuando nombramos un contenedor, nos ahorramos decir “el contenido de ese contenedor”.
Si una persona que está bebiendo leche nos hace esta pregunta, no es necesario que especifique que se refiere a “la leche contenida en un vaso”. Entendemos que, simplemente, nos está ofreciendo “beber leche”.
Símbolo por lo simbolizado
En la metonimia del símbolo por lo simbolizado, utilizamos un objeto específico para representar algo más amplio o abstracto.
Lugar de producción por producto
Esta metonimia es muy frecuente en el campo de las denominaciones de origen de alimentos y bebidas. Algunos ejemplos frecuentes de este tipo de metonimia son:
- Jerez
- Oporto
- Ribera del Duero
Marca comercial por objeto
Cuando una marca es conocida nacionalmente, es frecuente sustituir el objeto al que hacemos referencia por el nombre de la marca cuyo uso se ha popularizado.
Obra por el nombre de su autor
En la metonimia de la obra por el nombre de su autor, no nombramos el objeto que ha creado un autor, sino que utilizamos, simplemente, el nombre del autor para referirnos a su obra.
La parte por el todo
El todo por la parte
La materia por el objeto
El nombre del objeto por otro contiguo a él
El instrumento por el artista
Ejemplos de metonimia en la literatura
Es frecuente emplear la metonimia en poemas y otros textos literarios. Estos son algunos ejemplos de metonimia en la literatura:
Diferencias entre metonimia y otras figuras retóricas
La metonimia presenta una serie de similitudes con otras figuras retóricas como la metáfora, la sinécdoque o la comparación o símil.
A pesar de que, en ocasiones, se utilizan casi indistintamente, presentan tanto semejanzas como diferencias de uso y forma.
Metonimia y metáfora
La metáfora es una figura retórica que se basa en la identificación de un término real con otro imaginario. Establece una conexión de similitud entre ambos términos.
La metáfora es un proceso de representación de un término por medio de otro término que se fundamenta, generalmente, en la experiencia.
Esta experiencia es la que nos hace percibir la similitud entre dos conceptos y nos permite crear una metáfora.
Como hemos visto en la metáfora del ejemplo anterior, “casa” y “refugio” son términos que nos resultan parecidos basándonos en nuestra experiencia.
Por otro lado, una metonimia no se construye desde la similitud, sino que se construye basándose en la proximidad o inmediación de un término con el otro.
Por ejemplo, la metonimia “cuello del jersey”, se basa en una relación de contigüidad o inmediación y no de similitud entre estos dos términos.
Sin embargo, en algunos casos, la diferencia entre la construcción de una metonimia y de una metáfora no es lo suficientemente clara y hay casos que pueden entenderse tanto como metáfora como metonimia.
Metonimia y sinécdoque
Actualmente, metonimia y sinécdoque se emplean indistintamente para hacer referencia al mismo recurso literario. Tanto la metonimia como la sinécdoque consisten en sustituir una palabra por otra. Sin embargo, son dos figuras retóricas diferentes.
La metonimia sustituye un concepto u objeto por un término estrechamente relacionado. Por ejemplo, “plomo” por “bala”.
En cambio, la sinécdoque emplea una parte de algo para simbolizar la totalidad (o, por el contrario, utiliza el todo para representar una parte). Por ejemplo, “techo” en lugar de “casa”.
Debido a su estrecha relación, ya que ambas implican la designación de un nombre por otro con el que guarda una relación interna, la sinécdoque se considera un subconjunto de la metonimia. Sin embargo, a día de hoy no hay un consenso general al respecto.
Metonimia y símil o comparación
La metonimia, así como la comparación o el símil, son figuras retóricas o literarias que se fundamentan en la sustitución de un término por otro. Ambas figuras retóricas implican una translación o desplazamiento del significado.
La diferencia principal entre la metonimia y el símil o comparación radica en que la comparación o símil hace uso de nexos comparativos, es decir, de palabras como “parece” o “como”.
En la metonimia, los nexos comparativos no son necesarios para hacer clara la relación entre ambos términos.
Metonimia visual: definición, usos y ejemplos
La metonimia visual en el ámbito artístico se define como una representación simbólica que se emplea para crear un significado más literal.
En el ámbito del diseño gráfico, la metonimia sustituye el símbolo por lo simbolizado o lo abstracto por lo concreto.
Cualquier persona que vea una imagen que contenga una metonimia visual establecerá una conexión entre la imagen observada y el significado que se alberga en su mente.
Preguntas frecuentes sobre la metonimia
- ¿Cuál es la diferencia entre símil o comparación y metonimia?
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La diferencia principal entre el símil o comparación y la metonimia es que el símil o comparación se elabora haciendo uso de nexos comparativos, es decir, de palabras que sirven para unir y comparar dos elementos.
Algunos de estos nexos comparativos son:
- Así
- Así como
- Como
- Cual
- De esta forma
- De esta manera
- Igual que
En cambio, la metonimia se forma mediante dos conceptos o términos sin necesidad de ningún nexo comparativo entre ellos.
A pesar de esta diferencia en su forma, tanto la comparación como la metonimia son figuras retóricas que se establecen gracias a una relación entre dos conceptos.
Aunque en la figura retórica de la comparación la relación entre los dos conceptos es de semejanza, en la metonimia la relación puede ser causal, de procedencia, de semejanza, etc.
- ¿Cuál es la diferencia entre metáfora y metonimia?
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La principal diferencia entre una metáfora y una metonimia es que la metáfora está compuesta por dos términos: un término real y otro imaginario (la imagen).
Sin embargo, aunque la metonimia se basa también en la relación entre dos términos, no necesita que los dos términos aparezcan en su formación.
Otra diferencia entre metonimia y metáfora es que la relación entre los dos términos que forman cada una de estas figuras retóricas es diferente.
En el caso de la metáfora, la relación entre los dos términos es de semejanza. Por ejemplo:
- Sus palabras contra mí son cuchillos ardientes y afilados.
En este ejemplo, la metáfora se basa en la relación de semejanza entre un “cuchillo afilado” y unas “palabras crueles” y que hacen daño contra alguien.
En cambio, en el caso de la metonimia, la relación entre ambos términos es más concreta aún. Esta relación suele basarse en una relación de contenedor por el contenido, de la causa por el efecto, de la parte por el todo, etc. Por ejemplo:
- La Casa Blanca emitió un comunicado urgente.
En este ejemplo de metonimia, se utiliza “la Casa Blanca” en lugar del “presidente de los Estados Unidos”.
A pesar de estas diferencias, tanto la metonimia como la metáfora se basan en nombrar un concepto o término con el nombre de otro, cambiando el significado de este término.